En México, ocho de cada 10 personas que compran por internet utilizan tarjetas digitales o transferencias electrónicas a través de SPEI, lo que muestra la consolidación del comercio electrónico y la madurez de un usuario que exige seguridad, rapidez y simplicidad en cada transacción, destaca el Estudio del Ecosistema Financiero Digital 2025 de la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO).
De acuerdo a Daniela Orozco, directora de Inteligencia y Estudios de Mercado de la AMVO, “las tarjetas digitales se han posicionado como el medio de pago más utilizado y con mayor frecuencia de uso en México”, reflejando la competencia creciente entre bancos y fintech por ofrecer experiencias cada vez más fluidas.
A medida que los consumidores adoptan nuevas tecnologías, también cambia su perfil financiero. Hoy, ocho de cada 10 internautas cuentan con tarjeta de débito y la mitad con tarjeta de crédito; además, cada persona posee en promedio tres productos financieros. Este acceso más amplio a herramientas de pago demuestra que el usuario digital ya no se limita a experimentar, pues se ha integrado plenamente al sistema. De hecho, el 59 por ciento compra ocasionalmente en línea, mientras que 32 por ciento lo hace de forma intensiva, con un gasto mensual promedio de dos mil 610 pesos.
El estudio destaca que los millennials concentran el 40 por ciento de los compradores digitales y la Generación Z el 32 por ciento, destacando como los más familiarizados con los pagos móviles. En conjunto, ambos grupos impulsan la adopción de nuevos métodos y redefinen la relación entre consumo y tecnología.
En promedio, el comprador digital mexicano utiliza 2.6 métodos de pago distintos por compra, lo que muestra una clara diversificación. Aunque las tarjetas digitales y las transferencias SPEI dominan, otros medios comienzan a ganar terreno. Por ejemplo, las billeteras electrónicas, los pagos con código QR y los esquemas “compra ahora, paga después” (BNPL, por sus siglas en inglés) avanzan lentamente, pero con potencial de expansión, revela el análisis.
Este predominio de tarjetas y transferencias tiene una explicación práctica. Por un lado, las tarjetas digitales ofrecen conversión inmediata y alta aceptación entre comercios; por otro, el sistema SPEI garantiza rapidez y confianza, características que el usuario valora cada vez más y para el cual se informa. En este aspecto es clave la visibilidad digital en la actualidad.
Sin embargo, las billeteras digitales, como Mercado Pago, PayPal o Clip, mantienen una presencia constante, aunque con menor frecuencia de uso. Aun así, los pagos mediante código QR comienzan a destacar y un tercio de los compradores los ha probado, incluso, muchos los adoptan como su método principal. Algo similar ocurre con el BNPL, opción ya explorada por la mitad de los usuarios, especialmente entre los millennials, que valoran su flexibilidad para diferir pagos sin recurrir al crédito tradicional. Cabe señalar que, de acuerdo con la AMVO, Banamex, BBVA, Mercado Pago, Nu y PayPal son las instituciones más recordadas al momento de pagar.
En esta evolución, la satisfacción general con los medios de pago alcanza un promedio de 4.2 sobre 5; no obstante, aún existen fricciones. Los usuarios mencionan problemas técnicos, procesos confusos o términos poco claros como obstáculos que afectan su experiencia. Ante esto, ocho de cada diez compradores consideran que un diseño intuitivo es clave al elegir una institución, mientras que nueve de cada diez colocan la confianza como prioridad.
A la par, los beneficios financieros se han convertido en una poderosa herramienta de fidelización. El envío gratis, los meses sin intereses, el cashback y los cupones o descuentos son incentivos que inclinan la balanza al momento de decidir una compra. La mitad de los compradores reconoce que los beneficios financieros influyen directamente en su elección, en tanto que cuatro de cada diez valoran la recompensa al instante.
En este sentido, asegura el análisis, la digitalización ha transformado la forma en que los usuarios se informan antes de elegir un producto financiero. Las páginas web de las instituciones siguen siendo la fuente principal, las redes sociales, los medios especializados e incluso los influencers se consolidan como nuevas guías de confianza, sobre todo entre la Generación Z. Por su parte, las aplicaciones de gestión de gastos emergen como un terreno fértil pero aún poco explorado. Solo el 13 por ciento de los usuarios las utiliza, aunque el 31 por ciento reconoce que las asocia con control y organización financiera.
Todo esto refleja un cambio de mentalidad, ya que el comprador mexicano ya no percibe los pagos digitales como un lujo, sino como una extensión natural de su vida financiera. Las transacciones móviles se convirtieron en hábito y los métodos de pago se diversifican según las necesidades, el momento y el nivel de confianza.
Te puede interesar: Uso temprano de tecnología frena habilidades cognitivas
Facebook: Yo Influyo
comentarios@yoinfluyo.com





