A tan solo unos meses del inicio de la Copa del Mundo de la FIFA, uno de los temas que más ha generado conversación entre la afición mexicana es el proceso para conseguir boletos para los partidos del torneo. Sin embargo, lejos de celebrarse con entusiasmo, la discusión ha estado marcada por la frustración y el descontento generalizado.
Paradójicamente, aunque México será una de las sedes oficiales del Mundial, miles de aficionados han señalado que ha sido casi imposible adquirir entradas, incluso para los encuentros que se disputarán en territorio nacional. Las dificultades en las plataformas de venta, la alta demanda internacional y los elevados costos han convertido lo que debía ser una fiesta deportiva histórica en una experiencia decepcionante para muchos seguidores del fútbol mexicano.
La alta demanda para conseguir boletos
La demanda por conseguir boletos para el Mundial ha sido tan abrumadora que la FIFA decidió implementar un sistema de compra distinto al habitual. En lugar de la venta directa, el organismo optó por un mecanismo de sorteo, en el que los aficionados interesados deben registrarse previamente para participar en una especie de lotería que determina quiénes podrán acceder a la preventa de entradas.
No obstante, este método ha generado controversia y confusión entre los aficionados. Una vez seleccionados, los compradores enfrentan una disponibilidad limitada debido a la alta demanda y al peculiar formato de elección de boletos, ya que estos pueden adquirirse para seguir a una selección específica o para asistir a un partido en particular, incluso sin conocer todavía los grupos ni los enfrentamientos del torneo. Esta dinámica ha dejado a muchos seguidores con la incertidumbre de no saber con certeza qué partidos podrán presenciar, a pesar de haber invertido tiempo y dinero en el proceso.
Además, es importante destacar que la FIFA introdujo una nueva clasificación dentro de su esquema de venta de entradas, designando ciertas áreas de los estadios como “zonas doradas”, las cuales en teoría ofrecen mayores beneficios, mejores ubicaciones y una experiencia más exclusiva para los espectadores. Sin embargo, esta medida ha sido objeto de críticas y cuestionamientos por parte de los aficionados.
Y es que, en recintos emblemáticos como el Estadio Azteca, actualmente Estadio Banorte, y el Estadio Akron de Guadalajara, prácticamente la mitad de los asientos han sido catalogados como parte de esta zona dorada. Esta decisión ha generado inconformidad, ya que muchos consideran que la distribución es poco equitativa y carece de coherencia, limitando la posibilidad de que el público general acceda a entradas a precios más accesibles. Para muchos aficionados, esta política refuerza la percepción de que el Mundial será un evento diseñado más para el turismo internacional que para los fanáticos locales.
Los altos precios para ir al Mundial
A la alta demanda se suma otro factor que ha generado molestia entre los aficionados, el elevado costo de los boletos. De acuerdo con los propios usuarios que lograron ser seleccionados en el sorteo de la FIFA, los precios oficiales de las entradas no bajan de los seis o siete mil pesos, incluso para partidos de fase de grupos. Esta situación ha limitado considerablemente el acceso para gran parte de la afición mexicana, que esperaba poder disfrutar del evento más importante del fútbol mundial en su propio país.
El problema se agrava con la reventa digital, donde los precios han alcanzado cifras exorbitantes. En distintas plataformas, se han detectado boletos para la inauguración del torneo en el Estadio Azteca con precios que llegan hasta los cuatro millones de pesos, una cantidad completamente fuera del alcance del aficionado promedio. Estas prácticas han provocado un creciente malestar y desilusión entre los seguidores, quienes perciben que la experiencia mundialista se ha convertido en un privilegio reservado para unos cuantos.
Por ahora, no queda más que esperar a las próximas fases de venta de boletos, especialmente una vez que la FIFA defina los grupos y el calendario de partidos. En ese momento, es posible que surjan entradas con precios más accesibles, aunque es probable que correspondan a encuentros de menor relevancia o con selecciones de menor atractivo para el público mexicano.
Aun así, miles de aficionados mantienen la esperanza de poder vivir en carne propia la experiencia de un Mundial en casa, un acontecimiento que ocurre por primera vez en más de tres décadas. Sin embargo, las dificultades en la adquisición de boletos, los elevados costos y la desigual distribución de localidades han dejado en evidencia la distancia entre la FIFA y la afición mexicana, que esperaba una celebración más cercana, incluyente y verdaderamente popular.
Te puede interesar: Pasión y visibilidad, deporte en las comunidades indígenas
Facebook: Yo Influyo
comentarios@yoinfluyo.com