Derechos humanos vulnerados en el mundo

La glorificación de la violencia y la erosión del derecho internacional avanzan a grandes pasos, lo que marca un panorama sombrío en todo el mundo, alertó el Alto Comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk y reveló que “la propaganda pro-guerra está en todas partes, desde desfiles militares hasta una retórica intensificada. Lamentablemente, no hay desfiles de la paz, ni Ministerios de la Paz”.

Ante el Consejo de Derechos Humanos, el Alto Comisionado defendió el multilateralismo al tiempo que aseguró que es errónea la redefinición de la soberanía nacional que no debe ser vista como un escudo contra el escrutinio internacional o para encubrir la impunidad, sino como la base misma de un sistema de cooperación del que todos dependen.

“La Carta de la ONU dio a luz una nueva era geopolítica al consagrar la igualdad soberana de los Estados. La soberanía nacional es el fundamento de las instituciones multilaterales y del derecho internacional”, afirmó.

Subrayó que cuando los Estados firman acuerdos internacionales, “están ejerciendo su soberanía nacional, no limitándola”, y que con esa soberanía viene la responsabilidad de proteger los derechos de su pueblo, no lo contrario. “La soberanía no significa tener la propiedad sobre las personas”, sentenció.

Advirtió sobre la tendencia “preocupante” de retirada de los marcos multilaterales, citando ejemplos como la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París y del Consejo de Derechos Humanos, las sanciones contra magistrados de la Corte Penal Internacional por parte de Rusia y la Unión Americana, y la retirada de varios países europeos (Estonia, Finlandia, Letonia, Lituania y Polonia) del Tratado de Ottawa sobre minas terrestres.

“La red de cooperación global y regional cuidadosamente elaborada durante décadas para el bien común se está debilitando”, lamentó.

Por otra parte, la situación en Gaza ocupó un lugar central en su actualización. Türk calificó las acciones de Israel como “impactantes para la conciencia del mundo”, detallando “matanza masiva de civiles”, “sufrimiento indescriptible”, la obstrucción de ayuda que conduce a la hambruna y la comisión de “crímenes de guerra sobre crímenes de guerra”.

Volker Türk señaló estar “horrorizado por el uso abierto de retórica genocida y la deshumanización vergonzosa de los palestinos por parte de altos funcionarios israelíes”, declaró. Afirmó que la evidencia para la Corte Internacional de Justicia “sigue aumentando” y criticó la inacción internacional: “¿Dónde están los pasos decisivos para prevenir el genocidio?”, cuestionó.

Además, denunció los “ataques deliberados” contra sistemas energéticos civiles como “violaciones graves del derecho internacional” y documentó “tortura y malos tratos generalizados y sistemáticos” a prisioneros de guerra y civiles detenidos arbitrariamente por Rusia. Tras destacar la necesidad de medidas inmediatas de protección de los civiles, recalcó que una paz duradera “solo puede venir con pleno respeto al derecho internacional”.

Sobre la región latinoamericana, el Alto Comisionado expresó varias preocupaciones. Señaló que las leyes recientemente adoptadas en Ecuador “podrían reducir la responsabilidad de las fuerzas del orden” y “restringir el espacio cívico”, calificando de “inaceptables” los ataques a su Corte Constitucional.

Sobre Perú, afirmó que la ley de amnistía aprobada el mes pasado “constituye un retroceso para la justicia y la verdad”.

También mencionó que Venezuela ha declarado su intención de retirarse de la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, un ejemplo más de la tendencia global de desvinculación de los sistemas regionales.

En su repaso global, Türk dedicó un espacio importante a Sudán, Myanmar y la República Democrática del Congo (RDC), donde describió escenarios de “desprecio absoluto” por el derecho humanitario.

Denunció los ataques deliberados de las fuerzas en conflicto contra hospitales, mercados y plantas de agua en Sudán; los bombardeos indiscriminados, arrestos arbitrarios y violencia sexual en Myanmar; y las graves violaciones cometidas por todas las partes en la RDC.

“La magnitud del sufrimiento humano en estos países exige la plena atención del mundo”, subrayó.

El Alto Comisionado también se refirió a otras crisis que, según dijo, muestran cómo el retroceso de la legalidad internacional provoca un estancamiento o incluso una regresión de los derechos humanos.

Mencionó el deterioro en Siria, la violencia generalizada en Haití y Nigeria, las ejecuciones masivas en Irán y Arabia Saudita, la represión en Afganistán, así como las violaciones sistemáticas en Corea del Norte.

Destacó además restricciones a la libertad de expresión y de asociación en países como China, Turquía y Venezuela, y el cierre del espacio cívico en varios Estados de África Occidental.

Ante este panorama, Türk hizo un llamado a un “movimiento transregional para defender el sistema internacional” y anunció su intención de trabajar en una nueva alianza de Estados, filantropías y sociedad civil para fortalecer el ecosistema de derechos humanos.

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