La Ciudad de México (CDMX) será vitrina mundial durante la Copa del Mundo de 2026. El Estadio Azteca—en proceso de renovación y con plan para acoger el partido inaugural y otros cuatro encuentros—es el símbolo de una sede que aspira a lucir impecable ante millones de ojos. Pero, más allá del orgullo, la capital enfrenta desafíos estructurales en tres frentes íntimamente conectados: transporte, desagüe y hospedaje. Si no se corrigen, los mismos cuellos de botella que hoy padecen los capitalinos se amplificarán con el impacto del turismo masivo.
Este reportaje revisa la evidencia disponible, contrasta a las autoridades con los diagnósticos técnicos y recoge testimonios publicados de personas afectadas por las fallas del sistema. Con base en datos oficiales y académicos, propone qué es imprescindible resolver—y cómo—para llegar con pie firme a 2026.
Transporte: un sistema nervioso sometido
El Metro de la CDMX sigue siendo la columna vertebral de la movilidad, con más de mil millones de viajes anuales y un proceso de modernización que ha sido más lento y accidentado de lo deseable. Tras el colapso de la Línea 12 en 2021, el peritaje final de DNV apuntó “fallas en las inspecciones y el mantenimiento” como causas concurrentes del desplome, junto a problemas de diseño y construcción. El informe detonó controversia política, pero fijó un estándar: sin mantenimiento eficaz y verificable, el riesgo sistémico persiste.
La vulnerabilidad no es abstracta. En 2024 y 2025, la Línea 9 sufrió un cierre de nueve meses por hundimientos en el viaducto elevado de Pantitlán; reabrió en septiembre de 2024 tras obras de renivelación que corrigieron diferenciales de hasta 80 centímetros. El dato no es menor: el subsuelo que se hunde, por sobreexplotación de acuíferos y asentamientos sobre antiguos lagos, se traduce en afectaciones directas a la infraestructura.
Para 2026, otra pieza clave será el Tren Interurbano México–Toluca (“El Insurgente”), cuya conexión hasta Observatorio es estratégica: acerca el poniente y el Valle de Toluca a la red del Metro (Línea 1). Autoridades han prometido concluir el tramo Santa Fe–Observatorio hacia finales de 2025/inicios de 2026, con pruebas dinámicas desde agosto; si se cumple, podría despresurizar accesos viales y dar redundancia al sistema. Pero si se retrasa, el efecto dominó recaerá en vialidades saturadas, taxis de app y autobuses de contingencia.
La conectividad con el Estadio Azteca depende hoy del Tren Ligero (vía Tasqueña) y de corredores de autobuses; en julio–agosto de 2025 el servicio se cerró parcialmente por obras de modernización, con RTP sustituto y objetivo de duplicar capacidad a 230 mil pasajeros/día. Bien si alcanza; crítico si se queda corto justo durante el Mundial.
En el frente aeroportuario, el AICM opera con restricciones de slots (43 por hora) por saturación y mantenimiento. Las lluvias intensas del 11 de agosto de 2025 obligaron a suspender operaciones y desviaron vuelos por horas, un recordatorio de que el aeropuerto—con su Terminal 2 reforzada pero aún sensible—sigue siendo un cuello de botella. La resiliencia del sistema exige repartir demanda entre AICM, AIFA y Toluca, con traslados confiables para aficionados.
“Septiembre será peor que agosto”, advirtió la jefa de Gobierno tras las tormentas que colapsaron el aeropuerto y vías principales.
Desagüe: cuando la ciudad se queda sin agua… y se inunda
Paradójicamente, la capital puede padecer sequía extrema y, al mismo tiempo, anegarse con una sola tormenta. El Sistema Cutzamala—clave para el Valle de México—cayó a mínimos históricos en 2024; en agosto de 2025 se recuperó por arriba del 70% gracias a lluvias y a maniobras de Conagua, pero la normalización no resuelve de fondo la fragilidad del abastecimiento. El almacenamiento es estacional; las fugas en redes, el crecimiento urbano y la contaminación de mantos siguen pendientes.
Del lado del desalojo pluvial, la ciudad depende del Drenaje Profundo (operativo desde 1975) y del Túnel Emisor Oriente (TEO), inaugurado en 2019 con capacidad de hasta 150 m³/s. El TEO es un “seguro” indispensable, pero no omnipotente: la intensidad de las lluvias de 2025 rebasó puntos del sistema y provocó cierres parciales del AICM, estaciones del Metro y vialidades. La moraleja técnica: sin mantenimiento preventivo y separación real entre drenaje sanitario y pluvial, seguiremos conviviendo con el colapso.
El hundimiento diferencial del suelo agrava todo: estudios académicos registran descensos de hasta 30 cm/año en zonas del oriente, lo que deforma tuberías, fractura colectores y desnivela estructuras elevadas—como vimos en la Línea 9. La UNAM ha mapeado las áreas con mayor propensión a inundarse (centro-oriente del valle y varias alcaldías), información que debe traducirse ya en inversión territorializada.
La dimensión humana de este problema duele. En Tláhuac, un vecino afectado resumió a la prensa su estrategia de supervivencia: “Sin esta barda, ya no tendríamos nada”, dijo señalando el muro que tuvo que levantar en casa para contener el agua. Es la cultura del esfuerzo a la que se recurre cuando la infraestructura falla.
Hospedaje: suficientes cuartos… ¿y viviendas para los de siempre?
En junio de 2025, la CDMX contaba con 850 hoteles y 62,279 cuartos; casi la mitad se concentra en Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo, los corredores turísticos por excelencia. Para el Mundial, FIFA ya apartó 2,000 habitaciones para delegaciones y staff en la capital; es una gota en un mar de reservas que llegarán. El dato positivo: la capacidad hotelera regulada, por sí sola, soporta picos relevantes si se gestiona bien la demanda y la movilidad.
El lado oscuro es el mercado de alojamiento temporal. En octubre de 2024, el Congreso capitalino aprobó limitar el alquiler turístico a máximo seis meses al año en plataformas como Airbnb, para frenar la gentrificación y la competencia desleal con hoteles. En 2025, la aplicación de la norma quedó atorada en tribunales y bajo negociación política; el gobierno ha oscilado entre aplicarla y matizarla para no afectar eventos como F1 o el propio Mundial. La indefinición manda señales confusas al mercado inmobiliario y a los vecinos que sufren aumentos de rentas.
En términos de justicia urbana, el bien común y la subsidiariedad exigen reglas claras que pongan primero a los residentes y no a las plataformas. Regular no es prohibir: es equilibrar derechos y deberes para que la ciudad sea habitable también después del silbatazo final.
¿Qué hay que solventar, con urgencia, de aquí a 2026?
a) Mover multitudes sin colapsar.
- Cierre logístico al Tren Interurbano hasta Observatorio con pruebas y protocolos de contingencia; integración tarifaria y señalética multilingüe con Línea 1 del Metro.
- Plan Azteca de última milla: reforzar Tren Ligero y corredores RTP/Metrobús en días de partido, con carriles confinados temporales, terminales de autobuses en C.U. / Perisur y coordinación con alcaldías para control de ambulantaje.
- AICM + AIFA + Toluca: slots escalonados por franjas horarias de evento y shuttles directos al sur (Azteca) y al Centro. Priorizar información en tiempo real vía app de Movilidad Integrada.
b) Que la lluvia no nos pare el juego.
- Mantenimiento intensivo de rejillas, cárcamos y colectores críticos en ejes viales (Viaducto, Churubusco, Zaragoza), con cuadrillas permanentes y metas semanales públicas.
- Obras grises + verdes: ampliación de derivaciones al TEO donde falten, tanques de tormenta en estacionamientos estratégicos (Azteca, CU, parques) y parques inundables en zonas de riesgo—soluciones recomendadas por expertos de UNAM.
- Alertamiento y microgestión: radares de tormenta y cierres dinámicos de accesos al AICM/estaciones para evitar acumulaciones dentro de terminales. El episodio del 11 de agosto mostró qué pasa cuando el drenaje se satura en minutos.
c) Agua segura para una ciudad anfitriona.
- Plan Cutzamala + Red interna: aprovechar la recuperación (70%+) para reducir fugas (macro y micromedición, sectorización) y blindar abasto a hoteles/hospitales con acuerdos de suministro y plantas potabilizadoras móviles.
- Separación pluvial–sanitario en nodos prioritarios (Recinto Histórico–Pino Suárez–Tasqueña–Azteca) y protocolos para evitar mezcla de aguas en encharcamientos.
d) Hospedaje con reglas y certeza.
- Aplicación efectiva de la ley de alquiler temporal: padrón único de inmuebles, tope de noches, inspección digital y sanciones proporcionales. La meta no es “cerrar” Airbnb, sino que cumpla y no desplace a los residentes.
- Distribución inteligente de la demanda: incentivar reservas en corredores con buena conectividad (Norte y Oriente) y transporte dedicado a sedes y fan zones para reducir presión en Roma–Condesa–Polanco.
e) Cultura cívica y valores compartidos.
La encíclica Laudato si’ recuerda que las grandes ciudades están llamadas a cuidar la “casa común” y garantizar servicios básicos con criterios de equidad y sostenibilidad. Recoger la basura, no tapar coladeras, respetar carriles confinados y apoyar a los más vulnerables no es accesorio: es la diferencia entre el caos y la convivencia.
La voz de quienes lo padecen
Las lluvias de 2025 dejaron escenas que no deberían normalizarse. En Magdalena Contreras y Tláhuac, vecinos documentaron pérdidas de autos, enseres y negocios familiares. “Sin esta barda, ya no tendríamos nada”, dijo Jaime, vecino de Tláhuac, al mostrar el muro que levantó para evitar que el agua entrara a su casa. La jefa de Gobierno activó operativos de emergencia y advirtió del pico pluvial por venir. Lo inmediato ayuda; lo estructural, aún espera.
La CDMX sí puede llegar fuerte a 2026, pero no por inercia. El diagnóstico es claro y está sustentado: el transporte requiere mantenimiento verificable y redundancias (Interurbano, Tren Ligero reforzado, corredores de autobuses); el drenaje necesita inversión focalizada y gestión inteligente del riesgo; el hospedaje demanda reglas claras que protejan a residentes y ofrezcan certeza al visitante.
El Mundial es una oportunidad para alinear obra pública, regulación y cultura cívica bajo un mismo principio: el bien común. La ciudad que cuida su casa—que no tolera fugas eternas, que no improvisa ante la lluvia, que pone por delante la dignidad de sus habitantes—es la misma que puede recibir al mundo con hospitalidad y orden. Laudato si’ lo dice sin ambages: el cuidado de lo creado es inseparable del cuidado de las personas, sobre todo de las más vulnerables. El balón comenzará a rodar; ojalá, para entonces, también lo haga la coordinación.
Fuentes clave
- Estadio Azteca y calendario 2026; capacidad y plan de renombrar. Reuters
- Lluvias 2025: suspensión de operaciones en AICM; afectaciones a Metro y vialidades. El País
- Drenaje profundo y Túnel Emisor Oriente (capacidad). AMLO
- Hundimientos y riesgo de inundaciones (UNAM; mapeo 2025). El País+1
- Línea 9: renivelación y reapertura (2024). El PaísLa Crónica de Hoy México
- Interurbano México–Toluca: avance y fecha estimada a Observatorio. La Jornada Estado de Méxicoinfobae
- Hotelería CDMX (850 hoteles; 62,279 cuartos a junio 2025). Secretaría de Turismo de la CDMX
- FIFA reservaciones hoteleras en CDMX. ESPNdeportes.com
- Airbnb: limitación a seis meses y litigios. El País+1
- Cutzamala 2025: recuperación >70%. Latinus
- Línea 12: peritaje DNV. El País
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