Garrido Canabal. perseguidor de la Iglesia

Una de las páginas más negras y dolorosas de la historia de México fue escrita con la sangre heroica de los mártires cristeros.

En 1929, a raíz de una serie de arreglos que ignoramos que tanto arreglaron o descompusieron, terminó la guerra cristera y todo parecía indicar que se iniciaba una época de paz y progreso para el país.

Sin embargo, cuando ya los rescoldos del conflicto religioso se iban apagando en el país, allá en las pantanosas selvas tabasqueñas un siniestro personaje parecía desmentir a quienes afirmaban que los católicos habían reconquistado el derecho a practicar libremente su religión.

Era la década de los años treinta, la época del anticlericalismo delirante en que los caciques locales competían entre sí para ver quien le causaba mayores sufrimientos a la Iglesia.

Y fue así como Tabasco, gracias a Tomás Garrido Canabal, conquistó fama a nivel internacional.

Una fama que en cierto modo se debe a un prestigioso escritor británico, Graham Greene, quien viajó hasta allí para palpar en carne viva el misterio de iniquidad que opera en el mundo.

Fue gracias a la imaginación y buena pluma de Graham Greene que se denunció ante el mundo la tragedia que padecían los tabasqueños por culpa de Garrido Canabal.

Tomás Garrido Canabal fue un personaje a quien el odio a Dios le obsesionó del mismo modo que la droga domina a un vicioso.

Años de angustia vivieron los tabasqueños bajo la dictadura de Garrido Canabal; años de zozobra interminable durante los cuales llevar consigo un escapulario o tener una imagen religiosa en casa podía costar la vida.

Un dictador tropical que tenía bajo sus órdenes a las temibles Camisas Rojas que era un cuerpo represor destinado a eliminar a sus oponentes y aterrorizar a sus gobernados.

A quienes deseen mayores detalles acerca de la persecución religiosa en Tabasco les recomendamos la novela “El poder y la gloria” cuyo autor es precisamente Graham Greene.

Fue tal el poder que acumuló dicho asesino que las fechorías de los Camisas Rojas cruzaron los límites de su estado asesinando incluso en la capital del país.

Y fue así como un grupo de Camisas Rojas asesinó el domingo 30 de diciembre de 1934 a María de la Luz Camacho, catequista que hacía su apostolado en la parroquia de San Juan Bautista en Coyoacán.

Junto con María de la Luz cayeron asesinados varios fieles que salían de Misa.

Los restos de María de la Luz se custodian dentro de dicho templo en Coyoacán. Actualmente tiene el rango de “sierva de Dios” y todo hace suponer que algún día la beatifiquen siguiendo la vía del martirio.

Por considerarlo tema de gran interés, prometemos en otra ocasión y con más amplitud tratar el caso de quien es ya conocida como “la mártir de Coyoacán”

Tomás Garrido Canabal fue un personaje sangriento que vivió en una época en la cual se disputaban el escenario los más crueles dictadores de los tiempos modernos: Hitler, Stalin, Mussolini y, por supuesto, Plutarco Elías Calles.

Un personaje que murió podrido por la sífilis y que es digno de un profundo estudio siquiátrico que explique a plenitud las causas de tanto odio.

Un personaje que estudió a fondo Salvador Abascal, uno de los mejores conocedores de nuestra historia y que dio vida al libro “Tomás Garrido Canabal” publicado en 1987 por la Editorial Tradición.

Salvador Abascal, un gran personaje a quien se debe que –gracias a ejemplar valentía- se reconquistase para Tabasco la libertad religiosa. 

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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