La vulgaridad tiene un antídoto

La locura es el antídoto de la vulgaridad porque gracias a ella se puede tener cordura y reconocer la belleza aún sin verla.

¿Y la educación, apá?

La educación es uno de los temas de la agenda nacional que ha quedado a la deriva, ejemplo de ello es que aún se desconoce cómo será el retorno a clases.

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