En Baja California, el 2 de junio del año 1989, se dio por primera vez un cambio radical en los gobiernos de las entidades federativas, de la mano de la popularidad de Ernesto Ruffo Appel, que se había ganado a pulso, con el antecedente inmediato de un gobierno priista tan desastroso que el presidente de la república removió con un nombramiento absurdo al entonces gobernador Xicoténcatl Leyva, el Partido Acción Nacional (PAN) había ganado y se le había reconocido por primera vez en la historia de México una gubernatura. Ese triunfo panista se repitió en Baja California en las elecciones de 1995, 2001, 2007 y 2013.
Los bajacalifornianos habían estado conformes con sus gobiernos, orgullosos por los impulsos a la democracia, administraciones públicas que atendían la transparencia y la rendición de cuentas, que habían sabido ponerse en los zapatos de los ciudadanos con quienes compartían sus aspiraciones y los deseos de resolver sus problemas, como en su momento lo fue la carretera Mexicali a La Rumorosa, los costos de la energía eléctrica en Mexicali y su Valle y la distribución del agua potable en la zona costa.
Sin embargo, inmersos en una realidad diferente, con una retórica bien planeada y ejecutada, haciendo los problemas que se tenían como un instrumento de venganza, pero, sobre todo, arropados por el manto de López Obrador, la autollamada 4t logró hacerse de la gubernatura de Baja California, no importó que quien los encabezara fuera un tipo que públicamente estaba desprestigiado, con notorios y grandes antecedentes de corrupción.
En 2018 inicia una nueva etapa política para nuestro estado. Desde ese año, elección tras elección, sea federal o local, todos los candidatos propuestos por los partidos aliados a la 4t y “palomeados” por ya saben quién, arrasaron en las urnas, sin importarle a los bajacalifornianos capacidades, antecedentes, experiencias, fuente de su financiamiento y grupos de apoyo.
Han sido casi 6 años de gobiernos cuatroteros, 2 a cargo del controvertido Jaime Bonilla y casi 4 de la hoy famosa nacional e internacionalmente Marina del Pilar Ávila Olmeda. Y las cosas no pintan bien para ellos en vista a la renovación de la gubernatura en 2027.
Los problemas en el estado se han recrudecido en los últimos años, la inseguridad es tema de todos los días y no por ello habremos de acostumbrarnos, a pesar de lo que desde el gobierno se diga que hay una disminución, un día sí y el otro también, nos enteramos de la colocación de narcomantas de los grupos del crimen organizado que se disputan la plaza, ejecuciones, robos a mano armada, secuestros, desapariciones, levantamientos, robos de autos y asaltos a los domicilios.
En todos y cada uno de los centros de salud del estado hay graves carencias, tener puesta tu esperanza de atención médica en el sistema de salud pública es una verdadera desgracia, el gasto familiar en medicamentos y atención médica particular se ha incrementado exponencialmente. Por ello los propios médicos y demás personal de salud se han encontrado continuamente trabajando bajo protesta por la falta de insumos para poder atender a los enfermos.
Las obras públicas que por años los anteriores gobiernos, sean municipales y estatales, se habían esforzado en realizar, y lo más importante, que verdaderamente servían a la comunidad, llámese parques, unidades deportivas, vialidades e incluso el Centro de Alto Rendimiento para los deportistas estatales, hoy lucen completamente destrozados e inservibles. Pareciera que al gobierno cuatrotero se olvidó que hay que darles mantenimiento para su buen uso, pero como eso no deja huella propia, pues prefirieron que su huella sea la destrucción y el descuido.
Cuando escribo estas líneas, la emblemática calzada De los Presidentes, mejor conocida por los ciudadanos como Río Nuevo, pues por ahí fue embovedado el rio del mismo nombre, luce un enorme socavón causado por la falta de mantenimiento, en las próximas semanas estaremos sufriendo las consecuencias cuando la vialidad tenga que ser cerrada.
Y como cereza del pastel esta mañana tuvieron que ser suspendidas muchas de las actividades de los tres poderes del estado, del ayuntamiento de Mexicali, de las dependencias federales y negocios adyacentes, cuando toda la zona de oficinas de gobierno en el emblemático Centro Cívico se quedó sin energía eléctrica, víctimas de la delincuencia que se robó el cableado eléctrico, si de esa que se dice que no existe.
Así el panorama en esta entidad federativa en cuanto a la atención que se recibe de sus autoridades.
Y como si faltara algo para el desprestigio de los gobernantes, el gobierno de Estados Unidos de Norteamérica tomó la decisión de retirar la visa a la gobernador Marina del Pilar y a su esposo, a partir de ahí, infinidad de medios de comunicación han señalado la posible investigación por nexos con el crimen organizado.
Reflejo y consecuencia de ello, aunque desde el gobierno cuatrotero no se quiera ver, es que en una forma natural, libre, artesanal dijesen los jóvenes, miles de ciudadanos se dieron cita en la ya famosa y atípica protesta de la “carnita asada” frente a las oficinas de la gobernador, ello motivó a ciudadanos de todo el estado a replicar las protestas con sesgo de fiesta en todo lo ancho y largo del estado de Baja California llevando como grito de guerra el estruendoso “FUERA MARINA”.
Este potente grito se ha repetido en cuanto evento público se realiza en el estado, pero sin lugar a duda el mayor eco ha sido en las redes sociales.
En las oficinas de Marina del Pilar y de la 4t se han encendido las alarmas, la preocupación los llevó a realizar una verbena de apoyo, pero fueron tan obvios los “acarreos de simpatizantes” que más que levantar las opiniones positivas para ella, fue una muestra más de que la otrora poderosa 4t ya no las trae todas consigo.
En mi concepto, así como vimos caer al PRI y al PAN en Baja California, también estamos ante la inminente caída de Morena y su 4t, los errores se pagan, y los ciudadanos bajacalifornianos sabemos cobrarlo muy caro. En las elecciones del 2027 estaremos viendo la caída del imperio cuatrotero, basado en la imagen de un ídolo con pies de barro.
No es un triunfo de los partidos de oposición, primero porque no han ganado nada, esto es solo consecuencia de una sociedad civil activa que harta de un gobierno inútil, mentiroso y corrupto ha levantado la voz. Solo espero que esta vez sepamos elegir bien, buscando siempre el bien común.
Te puede interesar: Réquiem por la división de poderes
* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com
Facebook: Yo Influyo