El indio victoriano

Victoriano Huerta hizo todo lo posible para cubrir con el manto de la legalidad lo que a todas luces no tenía ninguna justificación moral.

Cuando lo legal deja de ser legítimo

Las leyes que contradicen la naturaleza de las cosas dejan de ser leyes para convertirse en mandamientos tiránicos y caprichosos que nadie está obligado a obedecer.

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