Mexicanos no apoyan a sus artesanos

“Las artesanías son características de México, los artesanos le echamos ganas y trabajamos duro por hacer piezas valiosas y de calidad”, comentó Carmen Martínez Torres artesana fabricante de joyería.


Artesanias


Todos conocemos las artesanías, pues son vendidas en sitios turísticos y a veces hasta en lugares tan comunes como la calle o estaciones de transporte público. Las artesanías no tienen límites pues hay artículos de joyería, ropa, decoraciones para el hogar, comida, etcétera.

Los artesanos deben competir tenazmente contra grandes empresas para poder vender sus creaciones, pues tanto la industria de la moda, de muebles y de decoración, constantemente copian los diseños de los artesanos o incluyen bordados y tejidos tan característicos como el otomí y el tenango. No es novedad que hay personas que prefieren comprar ropa, calzado, muebles y otros artículos en tiendas de marca y a precios excesivos, que hacerlo con artesanos a precios aceptables y proporcionales al trabajo y tiempo que invierten fabricando artesanías.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México hay más de 12 millones de personas elaboran artesanías y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aseguró que México es el tercer país en el mundo, seguido de India y China, en elaborar más artesanías.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), las artesanías son artículos hechos totalmente a mano o con la ayuda de herramientas manuales o mecánicas; sin embargo, el trabajo manual del artesano siempre será mayor y la artesanía reflejará sus habilidades. Las artesanías reflejan en su diseño la tradición, cultura o los símbolos que caracterizan a una sociedad.

El trabajo de los artesanos mexicanos es histórico, pues desde la época prehispánica sus antepasados fabricaban manualmente todos los artefactos y las cosas que los rodeaban. No importa si eran herramientas de cocina como platos y moldes hechos de arcilla o armas hechas de piedras preciosas y ramas, nuestros artesanos heredaron la habilidad y creatividad de crear objetos auténticos.

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Artesanos poco valorados en México

Carmen Martínez Torres, quien elabora y vende collares, pulseras, diademas y anillos de chaquira con diseños inspirados en la naturaleza, aseguró que tristemente muchas personas no se deciden a comprar su mercancía porque no les inspira confianza el que ella venda en la calle, así que las personas deciden ir a tiendas establecidas formalmente.

La artesana explicó que sus principales clientes son los extranjeros, pues “la gente de aquí nunca quiere comprarme nada y siempre dice que vendo muy caro”. Carmen Martínez aseguró que sólo por el hecho de vender en la calle las personas esperan que ella venda todo a precios sumamente bajos, pero el esfuerzo y tiempo (de 2 a 6 horas por pieza) que ella invierte en sus productos no es equivalente.

Martínez Torres vende la joyería que elabora a mano en precios entre 20 y 180 pesos; los anillos que son la mercancía más pequeña son vendidas entre 20 o 30 pesos, las diademas o collares están entre 80 y 120 pesos y el collar más caro que es una combinación de chaquiras azules y verdes, que se asemejan al mar y la selva, tiene un valor de 180 pesos. “Las artesanías son características de México, los artesanos le echamos ganas y trabajamos duro por hacer piezas valiosas y de calidad”, comentó Carmen Martínez Torres.

En populares tiendas donde venden accesorios y maquillaje para mujeres, especialmente entre los 15 y 30 años, venden collares de shakira o de otros materiales similares hasta en 280 pesos y a diferencia del trabajo de Carmen y otros cientos de artesanos, esos collares son producidos al mayoreo, una serie de fábricas que distribuyen mercancía a dichas tiendas.

Finalmente la artesana explicó que vender joyería es el único trabajo que tiene, pues hace siete años perdió su trabajo como secretaría y desde entonces no ha podido encontrar un empleo. Aunque Carmen vive en casa de sus padres, con otros hermanos, su capital es extremadamente limitado, debido a que la venta de joyería es su único ingreso.

 

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