¿Por qué vienen? Justo porque nadie lo hace

Encuentro con México permite que a través de la amistad real con una comunidad en extrema pobreza y, por ende, con sus familias, hacer la integración social, al punto que los habitantes deseen incluso emprender.



Encuentro con México (EM) busca transformar integralmente los 15 municipios más pobres de México; es una organización que hace que sus voluntarios vayan a las regiones más pobres de México e implementen proyectos en tres áreas: salud, emprendimiento y vivienda, dijo en entrevista para YoInfluyo.com, Diana Ramírez Morales, coordinadora de Desarrollo Institucional de EM.

Señaló que el modelo piloto es la comunidad de Itia Thio en el municipio de Cochoapa El Grande, Guerrero, siendo éste el segundo municipio más pobre de México, con una muy alta presencia de población indígena, pero además se está abriendo la posibilidad de aplicar el modelo en Oaxaca.

EM tiene “voluntarios de inmersión”, es decir, viviendo en la comunidad de Itia Thio y en tres momentos durante el año otros voluntarios atienden a más comunidades del municipio de Cochoapa con diversidad de proyectos.

Leer: Familias y comunidades pueden forjar su propio destino

Los proyectos que se ha implementado en Itia Thio son dignificación de cocinas, talleres de ecotecnia, dignificación de lugares públicos por el cual se instaló un atrio y mediante una iniciativa de limpieza se buscó evitar que la basura llegara al río local. En el resto de las comunidades se ha llevado a cabo el proyecto de dignificación de cocinas, entre otros. 

Cabe mencionar que aquello que damos por sentado en zonas urbanas es a veces un lujo en zonas rurales. La importancia, por ejemplo de la dignificación de cocinas es evitar que los miembros de la familia respiren todos los días el humo “del fogón” pero sobre todo las cataratas que ocasionan en las mujeres que cocinan.

A pesar de que durante mucho tiempo EM atendió emergencias en apoyo a comunidades tras desastres naturales como huracanes o terremotos, ya no se abocan a estas labores y en cambio buscan la consolidación del modelo de intervención comunitaria, explicó Ramírez.

De hecho EM surgió como la respuesta de la Arquidiócesis de México a las consecuencias de los huracanes Ingrid y Manuel que devastaron diversas comunidades en el estado de Guerrero en el 2013. Se tuvo un trabajo intenso en el municipio de Tlapa en diferentes comunidades que tuvieron que ser desalojadas.

Contexto familiar en Cochoapa, Guerrero

Diana Ramírez comentó que las familias de la comunidad de Itia Thio tienen muchas carencias, como la falta de trabajo que deriva en una fuerte migración y de la cual dependen porque no existe una economía local.

Ramírez señaló que la migración ocasiona que los niños no tengan educación porque sus padres se los llevan por periodos incluso de 6 meses, lo que interrumpe todo en la vida de un niño. Otro problema es el alcoholismo en las comunidades y como consecuencia la violencia intrafamiliar.

Por otro lado, indicó que no tienen las técnicas adecuadas para sembrar además de que el suelo del lugar no es muy fértil.

Ramírez comentó que en un principio las familias tenían ciertas resistencias a colaborar con ellos, pero gracias al trabajo de 5 años, principalmente de los voluntarios de inmersión, ya lo hacen al 100%.

“Hay familias que ya quieren que les construyamos su casa, y no caemos en el asistencialismo porque ellos ponen gran parte de la casa, hacemos que se queden, que empiecen a trabajar dentro de la comunidad, les estamos buscando maneras en las cuales puedan tener ellos una economía, puedan tener ingresos en la comunidad, hemos puesto gallineros” para que pueden comercializar el huevo, comentó Ramírez Morales.



En resumen consideró que los problemas más importantes en la zona son la migración, el alcoholismo y la falta de oportunidades.

Interacción familias-Encuentro

Diana Morales señaló que “el cambio sí es impresionante”.

Comentó que los niños de la comunidad asisten a las clases que brindan los voluntarios y eso hace que las familias los reciban muy bien y no solo a los de inmersión sino a todos los voluntarios que llegan.

Subrayó que los niños son muy cariñosos y los padres de familia platican mucho con los voluntarios, así las relaciones han mejorado mucho e indicó que ahora tienen muchas ganas de crecer al punto de querer emprender.

Morales recordó una ocasión en la que un “tata” (papá) le preguntó a un voluntario porque ellos iban para allá si nadie iba y él le contestó “por eso mismo, porque nadie viene”.

También manifestó que al entrevistar a una “nana” (mamá) ella le dijo que notaba como desde que vivían ahí los voluntarios “la comunidad se había unido más”.

Ramírez Morales explicó que por las mismas carencias existe en gran medida la envidia pero ahora que se ofrecen estas actividades en común las personas se relacionan mejor entre sí.

“Creo que el que exista una amistad real entre un voluntario y una comunidad hace la integración social, empieza a ser el motor de que todo esto funcione”, afirmó Diana Ramírez.

¿Voluntario, yo? Sí, es posible

El proyecto de EM ofrece múltiples de participación, tres veces al años decenas de voluntarios acuden a las comunidades del municipio de Cochoapa a desarrollas proyectos por un tiempo aproximado de 8 días. Los voluntarios generalmente son jóvenes estudiantes de preparatoria o licenciatura pero pueden acudir también personas que han terminado sus estudios y más aún adultos o familias completas.

En este último caso la experiencia ha sido muy enriquecedora porque en diversas ocasiones los niños que van las comunidades tiene las mismas edades que los que son visitados generando una relación especial.

Los periodos que se cubren con el mayor número de voluntarios es Semana Santa, vacaciones de verano y fiestas navideñas.

Por otro lado como ha quedado asentado los voluntarios de inmersión viven en la comunidad los hacen por un año de manera regular pero pueden, dependiendo de circunstancias especificas, acordar un tiempo menor, aunque alguno de ellos estuvo cerca de año y medio en el lugar.

En su página de Facebook https://www.facebook.com/encuentroconmexico/ publican toda la información referente a fechas de salida, costos (porque se paga principalmente el transporte) datos de registro y demás información para participar como voluntario.



Ramírez Morales informó que actualmente en Itia Thio hay dos voluntarias de inmersión, una dentista y una pedagoga pero próximamente alrededor de 8 más acudirán al Encuentro con México en aquella comunidad, quienes además serán jóvenes ya egresados de sus licenciaturas.

También es importante señalar que para las actividades de EM son se requieren muchas cosas y es posible realizar donativos en especie para llevarlas a cabo y las fechas para recibirlos también se informan en su perfil de Facebook.

El responsable de Encuentro con México es el padre Álvaro Lozano Platonoff, recientemente nombrado vicario de Pastoral de la Arquidiócesis Primada de México y quien con anterioridad se desempeñó al frente de la Comisión de Cultura de la misma Iglesia particular.

Las oficinas de EM se ubican en Avenida Revolución 356 en la Ciudad de México. Para mayor información cuentan con el teléfono 01 55 3427 8773 y el correo electrónico contacto@encuentroconmexico.org.

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