Se está dificultando aún más el análisis a profundidad y, por consiguiente, la implementación de políticas públicas que combatan el aumento de la violencia en general.
Las inconsistencias en las comparaciones de los indicadores de seguridad del gobierno federal entorpecen el desarrollo de estrategias y políticas públicas para combatir la violencia y además dificultan los análisis sobre su efectividad y eficacia, aseguró Mario Salomón, directivo del Grupo Multisistemas de Seguridad Industria (GMSI).
“Se ha vuelto que tengamos ‘otros datos’ en materia de seguridad, pero ahora está surgiendo un fenómeno adicional: una nueva serie de ‘otros datos’ que incluso se contradicen entre las mismas dependencias del gobierno federal”, afirmó el especialista en seguridad.
En entrevista para Yo Influyo, Salomón subestima el informe diario sobre homicidios, sobre todo los registrados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y por el propio Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), los cuales no corresponden con lo que informa la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) en varios puntos porcentuales.
“Para hablar de porcentajes específicos en este delito, la actual administración en su conteo diario ha registrado 20.9 por ciento menos que las cifras del Inegi y 16.2 por ciento menos que las del SESNSP”, ejemplificó el directivo de GMSI.
También mencionó que en la misma inconsistencia son los datos que la SSPC da respecto a los índices de violencia familiar, al informar que este delito tuvo un 27 por ciento de disminución, pero compara el dato del mayor histórico del año pasado, el de mayo, con enero de este año. “La disminución será muy grande si el comparativo es muy incorrecto, porque se hace con un mes que te conviene con otros que no les corresponde para así generar la percepción de que hay una baja en los delitos”, explicó.
En el caso del feminicidio, dijo, la disminución parece falsa, pues no sabemos en qué se basa la SSPC para afirmar que la reducción de este delito es del 32 por ciento, cuando en enero de 2019 tuvimos 72 y 74 en el mismo periodo de 2020, y 76 para 2021 y 2022, respectivamente.
El experto en seguridad señaló que además del uso inconsistente de indicadores, los cambios que trajo la pandemia en la matriz evolutiva de los delitos, tal como es el caso de la disminución de algunos robos que se ha volcado en un incremento de los delitos virtuales como ciberestafas y extorsiones digitales o el significativo aumento de la violencia intrafamiliar tras el confinamiento, está dificultando aún más el análisis a profundidad y, por consiguiente, la implementación de políticas públicas que combata el aumento de la violencia en general, precisó.
“Se han incrementado los delitos, principalmente los de alto impacto, y al profundizar en los datos se aprecia que en realidad los que han disminuido son los de bajo impacto, pero ya sabemos que todo es producto del confinamiento. No hay nada nuevo bajo el sol en la Estrategias Nacional de Seguridad y con la aparente disminución de los delitos, se generan serias dudas sobre lo que está haciendo de extraordinario el Gobierno Federal para revertir el problema de la inseguridad y la violencia”, explicó durante la entrevista.
Mario Salomón resaltó que si se quiere demostrar que bajan los índices delictivos, se deben tener datos confiables de cuántas carpetas de investigación se están resolviendo y el nivel de impunidad que se está combatiendo, “porque no existe ningún indicador contundente al respecto”.
“No solo hace falta que tengamos datos certeros para hacer análisis y estrategias más adecuadas, también se requiere un mejor trabajo de las policías y que se complemente con la investigación, con el seguimiento puntual de esas denuncias y con una reducción significativa de la impunidad. Es un problema grave y multifactorial, pues lo que falla es complementar la política de seguridad con la de procuración de justicia”, concluyó.
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