Gran labor de voluntarios de Dona Despensas

Durante casi tres meses, cientos de voluntarios se han dedicado a atender la línea telefónica de Cáritas Mexicana, conectando la ayuda con miles de personas necesitadas en el país.


Voluntarios de Dona Despensa


La campaña Dona Despensas se ha caracterizado por la ayuda que ha brindado y las más de 96 mil despensas que ha entregado a familias que han perdido sus ingresos debido a la pandemia de COVID-19, pero detrás de esa gran ayuda se encuentra el trabajo de 330 voluntarios que se encargan de atender la línea telefónica (01 800 CÁRITAS) y de brindar apoyo emocional y escucha a miles de personas en situaciones extremas.

Cáritas Mexicana, Compromiso Social Mx, la Unión Social de Empresarios de México (USEM) y otras tantas instituciones que impulsaron la campaña consideraron la necesidad de establecer un centro de llamadas con el objetivo de atender las dudas de los posibles donadores, y, además, ser un puente entre la ayuda que brinda la campaña y los miles de ciudadanos que necesitan alimentos o medicinas. Hoy es la línea 01 800 CÁRITAS.

Desde el inicio de la campaña, el 12 de abril del año en curso, la línea telefónica es atendida por voluntarios que, desde sus hogares, se conectan por horas para tomar las llamadas llenas de dolor, incertidumbre, pero sobre todo para compartir esperanza a quienes más lo necesitan. En algunos casos, el esfuerzo por ayudar es tanto, que hay voluntarios que han estado trabajando por casi ocho horas y han recibido, en promedio, 100 llamadas al día.

La línea está abierta de lunes a domingo de 8:00 am a 8:00 pm, y se divide en dos turnos, el primero inicia a las 8:00 am y finaliza a las 2:00 pm, mientras que el segundo va de 2:00 pm a 8:00 pm, los 330 voluntarios que se turnan lo hacen desde sus celulares con un mecanismo y plataforma que Cáritas Mexicana les proporciona.

Más que un voluntariado, es un cambio de vida

Yolanda Fernández Cavazos, Isabel Kuhn Miranda y Ángela Treviño de Cortés forman parte de los cientos de voluntarios que atienden la línea de Cáritas Mexicana y quienes, en casi tres meses, han podido ser testigos de la pobreza y necesidad en la que vive gran parte del pueblo mexicano; carencia que no sólo es material, pues en algunos casos también existe un vacío emocional, que ha surgido debido a la crisis económica, personal y social, causadas por la pandemia de COVID-19.

“Oír la voz de un jefe de familia llorando, que dice, ‘tengo tres días sin traerle alimento a mi familia y también cuido a mi mamá que está enferma, ha tenido tres infartos, y no tengo dinero para sus medicamentos. Mi ingreso es vender paletitas de dulce en la calle’”, comentó Ángela Treviño de Cortés, refiriéndose a una de las llamadas más difícil y uno de los momentos más duros en toda su vida.

Treviño de Cortés explicó que al mismo momento en el que aquel señor lloraba y le contaba lo terrible que era la situación que vivía en ese momento, uno de sus hijos entró a la cocina, zona en la que estaba instalada trabajando y tomando llamadas, abrió el refrigerador que repleto de comida, y sacó yogur, cereal y fruta. “Mi voz estaba quebrada, no podía seguir con la encuesta y me preguntaba; ¿qué diferencia había entre el señor Omar, como se llamaba el padre de familia, y yo? ¿por qué él tiene tanta necesidad y yo estoy en mi casa con suficiente alimento?”.

Desde esa llamada, la vida de Ángela Treviño y su forma de ver las cosas cambió, e hizo el compromiso con Dios y consigo misma de ser parte del voluntariado el tiempo que fuera necesario, pues, así como Omar, hay cientos de personas que necesitan ayuda.

Por otro lado, Yolanda Fernández Cavazos indicó que, al inicio, “tomar las llamadas es muy difícil, pues escuchas de todo” y explicó algunos casos de personas de la tercera edad con carencias económicas, con necesidades de medicamentos, soledad y llenas de tristeza o las historias de madres solteras de alrededor de veinte años y que son analfabetas, no tienen trabajo y antes de la pandemia se dedicaban a vender quesadillas, elotes y otros tipos de alimentos o productos.

“Me di cuenta que el COVID-19 vino a ser el detonante de las muchas carencias que tiene México”, comentó Fernández Cavazos y subrayó que si antes de la pandemia el sobrevivir, tener trabajo y sacar ganancias para vivir ya era difícil, con el virus, la situación se agrava; sin embargo, trabaja día con día para fortalecerse y ser un apoyo para otros sin quebrarse.

Mientras tanto, Isabel Kuhn Miranda explicó que, cuando una persona llama para solicitar apoyo, ya sea de medicamentos o alimentos, se escucha en el tono de voz de cada persona la fuerza, tristeza o preocupación por las situaciones que están viviendo y afirmó que, de esa manera, los voluntarios han logrado desarrollar el sentido de la escucha para ayudar a quien lo necesita e identificar a las personas que no tienen necesidad.

“Al principio una muchacha, muy preparada, habló para pedir ayuda, para pedir despensa y me dijo ‘mira yo siempre he estado del otro lado de la moneda y ahorita estoy en este, necesito la ayuda y realmente nunca pensé estar de este lado’”, relató Isabel Kuhn y reflexionó acerca de las vueltas que da la vida, pues nadie tiene nada asegurado.

Finalmente, las tres voluntarias aseguraron que tanto ellas como la mayoría de voluntarios apoyan la campaña y hacen su trabajo de corazón, y recalcaron que no importa lo que dure Dona Despensas, ellas estarán para apoyar a quien lo necesite.

Todos los voluntarios reciben semanalmente apoyo psicológico por parte de equipo especializado de Cáritas Mexicana que les permite continuar trabajando y aprender a no guardar y ser afectados por las historias que escuchan. Además, especialistas les enseñan las mejores técnicas de escucha para que puedan brindar apoyo.

La campaña Dona Despensas, al igual que todo, tiene dos caras: una toda la ayuda que brinda a miles de mexicanos necesitados y otra la entrega que cientos de voluntarios demuestran día con día al escuchar y ayudar a otros.

Si tú o alguien que conoces necesita alimentos o medicinas, llama al 01 800 22 74 827 (01 800 CÁRITAS) y solicita ayuda, los voluntarios canalizarán tu caso para que recibas apoyo. Además, en la línea de la campaña Dona Despensas no sólo puedes solicitar ayuda material, también podrás recibir apoyo emocional.

 

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