Polémico, el legado de Juárez

“Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”, es la frase icónica de Benito Juárez, pronunciada el 15 de julio de 1867.


Leyes de Reforma y Benito Juárez


Las Leyes de Reforma fueron establecidas entre 1855 y 1863, luego de la Revolución de Ayutla en la que participaron liberales como Benito Juárez, Melchor Ocampo, Miguel Lerdo de Tejada, Juan Álvarez e Ignacio Comonfort. Estas leyes tenían como principal objetivo la separación entre Iglesia y Estado.

El marco del nombramiento de Benito Juárez como presidente de México, el 11 de junio de 1861 y su primer juramento el 15 de junio del mismo año, es idóneo para revisar el legado que dejó este personaje a México.

¿Qué pasaba en México?

Antes del nombramiento de Juárez como presidente de México y la dictaminación de las Leyes de Reforma, en México se peleaba una batalla por destituir a Antonio López de Santa Anna, encabezada por Juan Álvarez e Ignacio Comonfort. El 1 de marzo de 1854, ambos personajes, proclaman el llamado Plan de Ayutla, que tenía como objetivo el levantamiento en armas del pueblo en contra de Santa Anna.

Antonio López de Santa Anna es uno de los personajes más polémicos en la historia de México. Se unió al ejército Insurgente en 1821, posteriormente en 1823 participó en la destitución de Agustín de Iturbide, en ese entonces emperador. Años más tarde el 30 de marzo de 1833, Santa Anna es electo presidente y Valentín Gómez Farías, vicepresidente.

Santa Anna ocupó la presidencia en 11 ocasiones y se autoproclamó Alteza Serenísima, Dictador Vitalicio, entre otros nombres. Durante su mandato los impuestos se elevaron notoriamente y vendió la Mesilla, un pequeño territorio entre Nuevo México y Sonora, lo que se consideró una traición a la patria.

La Revolución de Ayutla ganó fuerza, pues días después de su proclamación se sumaron a esta lucha otros estados de la República Mexicana, tales como Michoacán; liderado por el general Epitacio Huerta y Manuel Pueblita, Nuevo León, con José Santiago Vidaurri Valdéz, y Veracruz con Ignacio de la Llave al mando.

Luego de la presión que liberales ejercieron sobre Santa Anna, el mandatario decidió huir al extranjero el 9 de agosto de 1855. El 4 de octubre de 1855 se nombró a Juan Álvarez como presidente de México, sin embargo, luego de dos meses, el 11 de diciembre del mismo año decidió renunciar, dejando el poder a Ignacio Comonfort, su compañero de lucha.

Seis años más tarde el 11 de junio de 1861 se declaró presidente constitucional a Benito Juárez, quien había estado presente y activo durante toda la lucha que se dio entre liberales y conservadores como producto de la Revolución de Ayutla.

Leyes de Reforma

Inicialmente las Leyes de Reforma fueron tres: Ley Juárez, Ley Lerdo y Ley Iglesias. La Ley Juárez o Ley sobre la administración de Justicia y Orgánica de los Tribunales, proclamada el 23 de noviembre de 1855, limitaba el poder de los tribunales de la Iglesia y militares, para que cada uno actuara en el campo que le correspondía.

La Ley Lerdo o Ley de Desamortización de Fincas Rústicas y Urbanas propiedad de Corporaciones Civiles y Eclésiásticas, promulgada el 25 de junio de 1856, indicaba que las propiedades de predios urbanos o rurales de corporaciones eclesiásticas o civiles eran asignadas a los respectivos inquilinos por una cantidad derivaba de la conversión de la renta anual y el valor de la propiedad.

Finalmente la Ley Iglesias o Ley Sobre Obvenciones Parroquiales, puesta en funcionamiento el 11 de abril de 1857, tenía como fin prohibir el cobro de servicios parroquiales como bautismos, bodas, funerales, etcétera.

Años más tarde nacieron otras leyes: Registro Civil, Libertad de Cultos y Extinción de las Comunidades Religiosas. La Ley del Registro civil, proclamada en 1859, daba al Estado el control del registro matrimonios, nacimientos y muertes que había, desplazando en esta labor a la Iglesia. La Ley de Libertad de Cultos, expedida en 1860, condenaba la imposición religiosa y estipulaba la libertad de culto, y por último la Ley de Extinción de las Comunidades Religiosas de 1863, decretaba la extinción de las comunidades religiosas.

Las leyes de Reforma frenaron la educación

El establecimiento de estas leyes marcó un antes y después en México, pues por primera vez se hizo una separación entre Iglesia y Estado, sin embargo, la creación de estas leyes y su aplicación también perjudicó en varios aspectos a la sociedad.

Austreberto Martínez Villegas, doctor en historia moderna y contemporánea por el Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora y maestro en humanidades por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), afirmó que la división entre Iglesia y Estado afectó a la población, pues la Iglesia realizaba en su mayoría labores sociales y con la llegada de estas leyes, perdió “toda posibilidad de acción”.

“El gobierno no tenía la capacidad de organización, ni la financiera para cubrir la obra social que tenía la Iglesia en ese momento”, comentó Martínez Villegas. Además, con la pérdida de bienes eclesiásticos, que llegó con la primera parte de las Leyes de Reforma, la Iglesia perdió la capacidad de sostener diversas escuelas.

Este suceso, aunado a la velada persecución religiosa que se desarrolló en la época, y al auge de la masonería, secta secreta encarnada por Juárez, la Reforma marcó la caída en la educación religiosa y el surgimiento de la educación laica como el estado proponía; sin embargo, Martínez Villegas indicó que se descuidó la formación moral, espiritual y se debilitó la trascendencia del ser humano. “La gente puede estar muy bien educada en cuestiones técnicas y científicas, pero carente de valores morales”, subrayó Villegas respecto a lo que se puede ver incluso hoy en día.

El doctor recalcó que la difusión de valores se limitó a la educación privada que ofrecían, en su mayoría, instituciones católicas que estaban disponibles para una minoría de la población que podía cubrir los gastos. El resto de personas crecía con escasez en valores espirituales “que son parte de la educación integral del ser humano”.

Finalmente Martínez Villegas aseguró que Benito Juárez relativamente respetaba la religión, en comparación con Miguel Lerdo de Tejada, Álvaro Obregón o Plutarco Elías Calles; pero la creación de estas Leyes reformistas liberales marcó la ruina de la educación, al ser arrebatada a la Iglesia, y la ruptura de todo un sistema social y educativo.

 

Leer: ¿Memoria histórica? ¿para qué? 

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