El olvido no es problema grave

“Todo el tiempo estamos olvidando, es un proceso natural, para poder aprender algo es necesario olvidar”, dijo Ángel G. Juárez, psicólogo egresado de la UNAM.


Perdida de memoria


Existen olvidos que son normales y la gran mayoría surgen por el cansancio, por la distracción o simplemente por el estrés. dijo Ángel G. Juárez, quien actualmente colabora como supervisor ejecutivo en Salud Mental en DOC.com y como jefe de Operaciones Clínicas y Factores de Riesgo Psicosocial en Desser Consultores., y agregó que el estrés es parte de los mecanismos de adaptación y defensa de las personas.

En la etapa inicial, explicó el experto, el estrés prepara al cerebro para una respuesta de lucha o huida, dependiendo de la situación y del estado emocional, pues desde que nacemos, el cerebro comienza a construir un sistema de adaptación que ayuda a manejar las emociones. Cuando el estrés generado por una situación se sale de control, las personas no puedan manejar el problema, lo cual produce ansiedad y depresión.

Olvidar el cumpleaños de un amigo, un número celular, el nombre de un compañero de trabajo, las llaves o los productos del supermercado, es normal cuando se quiere ejecutar varias actividades al mismo tiempo, dice Juárez; sin embargo, cuando se vuelve habitual, hay que estar alerta, pues se puede tratar de un problema emocional.

La memoria es la fuente de vida, aseguró. Es la herramienta que permite olvidar viejas manías para abrir paso a nuevas costumbres. El olvido cura las heridas que, con el tiempo, marcaron parte de la vida. También ayuda a aliviar el dolor, enseña a perdonar y a recuperar la autoestima.

En la opinión de Juárez, las emociones son procesamientos humanos compuestos por factores que dificultan el proceso de la memoria. Esas emociones son el estrés, la ansiedad, la depresión, el cansancio y otras emociones intensas; “los eventos de este tipo sí afectan los procesos del pensamiento”, dijo Ángel G. Juárez.

“La emoción dificulta los procesos del aprendizaje y por ende también dificulta los procesos de memoria y del pensamiento”, dijo el psicólogo.

También consideró que el estrés es el principal factor que lleva a una persona a la depresión. La tristeza excesiva es unos de los principales aspectos que afectan el rendimiento de una persona a corto o largo plazo.

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Por otro lado, con la edad se producen en la memoria cambios que se consideran normales, pues forman parte del proceso natural del envejecimiento, pero es posible prevenirlos mediante la actividad física, sueño adecuado, buena alimentación y una vida social activa.

Esos cambios se empiezan a notar entre los 40 y los 50 años de edad; cuando se alcanzan los 60 años, todos los adultos saludables padecerán pérdida de memoria, aseguró el psicólogo. El cerebro actúa de manera semejante a los músculos del cuerpo: cuanto más lo utilicemos, en mejor forma estará, señaló el experto.

La memoria no es una realidad unitaria, sino la integración de todas las emociones. Tampoco es perfecta, está sujeta a errores, distorsiones e ilusiones, concluyó.

 

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