Recesión, no… por ahora

El modesto crecimiento de 0.1% del PIB fue suficiente para que AMLO se alegrara de que su política económica va por buen rumbo. Al mismo tiempo, la Cepal redujo su perspectiva de crecimiento del país de 1.7 a 1.0%.


Mejora PIB


El Producto Interno Bruto (PIB) de México aumentó 0.1 por ciento en términos reales en el trimestre abril-junio de este año frente al trimestre previo de acuerdo a cifras ajustadas por estacionalidad, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Este resultado evitó que el país cayera en una recesión técnica, lo que fue suficiente para provocar que el presidente López Obrador alzara campanas al vuelo, y como si se tratase de una revancha personal, presumiera de que este crecimiento mínimo era muestra de que “con austeridad, gastando bien, se puede crecer”.

El mandatario no desperdició la oportunidad para arremeter contra quienes no ven buenos datos en el caminar de la economía, y señaló que “no les funcionó su pronóstico a los expertos”, haciendo referencia a las proyecciones realizadas por diversas calificadoras, bancos y organismos internacionales que en las últimas semanas han bajado las perspectivas económicas para México y que coinciden en que el crecimiento del país este año oscilará en 1 por ciento, inclusive el Fondo Monetaria Internacional disminuyó a 0.9 por ciento el crecimiento para 2019.

El presidente consideró que el dato del PIB dado a conocer por el Inegi es una muy buena noticia porque “despeja el miedo, la intención de crear desconfianza. Nosotros no tenemos duda (de que habrá crecimiento), pero insistir tanto en la recesión sí lleva a crear dudas, cierta incertidumbre; nosotros sabemos que va muy bien la economía, que está bien el país; no quiere decir que todo esté resuelto, hay problemas que estamos enfrentando, pero vamos muy bien en la parte económica”, subrayó.

AMLO reiteró que el crecimiento del país en 2019 será de 2 por ciento, aunque indicó que “prefiere esperar” a que termine el año.

Por su parte, el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, señaló que el PIB presentó un crecimiento marginal y aseguró que México no atraviesa por una recesión, aunque aceptó que “hay una importante desaceleración de las actividades económicas”.

Los datos del Inegi por componentes muestran que las actividades terciarias (servicios) crecieron 0.2 por ciento, mientras que las primarias (pesca, ganadería, agricultura y minería cayeron) 3.4 por ciento. Por su parte, las actividades secundarias (industria) no mostraron variación durante el segundo trimestre de 2019 respecto al trimestre precedente.

Los otros datos

Este mismo miércoles, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) bajó la estimación de crecimiento para México en 2019 a 1.0 por ciento, desde el 1.7 por ciento estimado en abril.

De acuerdo con el Estudio Económico de América Latina y el Caribe para 2019, la Cepal estima un aumento del PIB de 1.0 por ciento, asociado a la caída de la inversión y a un débil consumo, tanto público como privado. Esta estimación es menor que lo observado en 2018 debido a retrasos en la ejecución del presupuesto público relacionados con el comienzo de una nueva administración y a una baja inversión privada.

Añade que la actividad económica también se vio afectada por la toma de vías férreas por parte de trabajadores de la educación en enero, las huelgas en las maquiladoras en el norte del país, la cancelación de la construcción del nuevo aeropuerto internacional de la Ciudad de México y el insuficiente abasto de gasolina en enero en estados importantes para la actividad económica del país, debido a la estrategia de lucha contra el robo de combustibles en los poliductos de Pemex.

Además, la incertidumbre financiera vinculada a las tensiones comerciales globales (incluida la amenaza de imposición de aranceles por parte de los Estados Unidos a las importaciones provenientes de México debido a temas migratorios) ha tenido un peso importante.

Asimismo, el organismo proyectó un efecto menos positivo de la demanda externa, debido a la desaceleración de la economía de la Unión Americana, causada entre otras cosas por la pérdida del impulso que en 2018 le dio la disminución de impuestos federales.

La Cepal indicó que se espera que en 2019 la inflación se ubique en 3.7 por ciento, con lo que convergería con el rango meta del Banco de México, y que la tasa de desempleo alcance 3.6 por ciento. El déficit fiscal del sector público llegaría a alrededor de 2.0 por ciento del PIB (con un superávit primario del 1.0 por ciento del PIB) y el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos sería equivalente a 1.9 por ciento del PIB al cierre de 2019.

 

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