Bajo el yugo de un impostor moral
La autoridad moral del presidente es falsa y se está convirtiendo en la concentración de poder más excesiva que hayamos vivido en décadas.
¿Qué tan libres somos?
La democracia rectamente entendida y aplicada, donde la ciudadanía toma en sus manos las grandes decisiones y las quita a una minoría, es una de las mejores maneras de tener libertad.