La semana que cambió la historia

Estamos viviendo una semana que se conoce como Semana Mayor o Semana Santa con muchas tradiciones no solamente en México, sino en muchos otros países y que se ha venido celebrando desde hace muchos años y pese a que vivimos en un tiempo un tanto pragmático se siguen conservando como una muestra de fe para muchos y para otros al menos de tradición.

Es interesante desde el punto de vista humano e histórico penetrar un poco en ese acontecimiento que se desarrollaría en un lugar poco importante en esa época desde el punto de vista político y económico, por lo que el hecho independientemente de su intensidad podría haber pasado casi desapercibido y desde luego no trascender en la historia.

Tratando de viajar en el tiempo y envolvernos en el contexto podremos darnos cuenta que la situación que se vivía en lo que hoy sería Israel, nos presentaría una realidad un tanto confusa entre un territorio oficialmente dominado por Roma y una población local con una mentalidad totalmente diferente que esperaba encontrar al líder que los liberara de ese yugo extranjero, sin embargo aún entre ellos había diferentes visiones y con el tiempo la mentalidad religiosa dominante se había venido complicando con una serie de formalismos que regían absolutamente todos los aspectos de la vida personal y social.

Dentro de ese panorama había surgido Jesús que para unos era un profeta, para otros un mesías, pero para otros un impostor e inclusive un blasfemo que predicaba cosas extrañas y al mismo tiempo se refería a las tradiciones esenciales del pueblo por lo que tenía sus seguidores y muchos detractores.

Dentro de sus seguidores había un grupo más cercano a los que eligió Jesús personalmente y los llamó apóstoles, personajes sencillos con todas las virtudes y defectos propios de su medio, que poco a poco iban entendiendo el mensaje de Jesús pero no dejaban de tener en sus mentes diferentes ideas, como las que podría tener cualquier otro seguidor de un personaje que se esperaba cambiara el destino del pueblo, y ya se veían ellos en posiciones de honor y poder generando inclusive algunos disgustos dentro del grupo.

Esa semana parecía una más dentro de este programa de difusión de la nueva doctrina y esperaban festejar una pascua sin mayores sobresaltos, pero llegada la cena del jueves empezaron a suceder una serie de acontecimientos totalmente inesperados y difíciles de comprender que culminaron con nuevos mandatos, enseñanzas y ejemplos de Jesús que deben haber sido muy difíciles de digerir por los apóstoles en esos momentos.

Después saldrían para el llamado Huerto de los Olivos donde en forma inesperada llegaría Judas y entregaría a Jesús para ser juzgado en forma muy atropellada por el Sanedrín, luego llevado ante Pilatos que encontrándolo sin culpa sin embargo lo entrega para ser crucificado. Imaginemos en la cabeza y el espíritu de los apóstoles la confusión, sorpresa, temor, angustia al que se deben haber enfrentado ante una situación tan inesperada, y sus reacciones fueron muy humanas y muy poco heroicas, y así llegó la muerte de Jesús y el aparente fin de esta historia pues un crucificado más no parecía que modificaría ni siquiera la historia local y así llegamos al viernes.

El sábado día de precepto para los judíos no había prácticamente ningún movimiento.

Pero el domingo se encontraron la tumba vacía y para los cristianos este es el día más importante del año y cierre de esta semana por los testimonio de los apóstoles y otras mujeres cercanas de que Jesús había resucitado y pese a innumerables circunstancias negativas ese acontecimiento se fue dando a conocer primero en los lugares cercanos y con el tiempo llegaría a la misma capital del imperio romano y años después se extendería por toda Europa generando una cultura que hasta el día de hoy todavía tiene influencia en todos los ámbitos de la vida, pues al menos en lo que conocemos como cultura occidental el cristianismo ha influido en las leyes, en la política, en la literatura, en la pintura, en la escultura, en la música, en la filosofía y en la forma de vida de millones de personas y de familias y hasta de sociedades. Por eso y porque esta creencia se mantiene viva por muchos hasta el día de hoy, sigue siendo importante esta semana y está siendo celebrada por millones en muchos países.

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