México; hijos, tomar buenas decisiones

¿Por qué mis hijos hacen mal uso de su libertad?

En las familias actuales observamos el fenómeno de que bastantes padres tienen serias dudas de hasta dónde deben de exigir a sus hijos, sean niños o adolescentes. Algunos delegan esa responsabilidad en los profesores de escuela, o en el personal de servicio de la casa; otros se encojen de hombros y simplemente se excusan, diciendo: “Me rindo, yo ya me cansé”; “Es por demás, yo ya soy de otra generación”; “Ya les he dicho lo que deben de hacer, pero no me hacen caso”…



La Maestra en Ciencias de la Educación, Alejandra Diener, ha publicado recientemente su tercer libro, titulado: “Mi hijo no tiene límites… ¿Seré yo quien no los tiene?”(1) en el que formula estos interesantes planteamientos: “¿Quién eres? ¿Ya lo sabes? ¿Qué quieres? ¿Sabes qué son los límites? ¿Estás dispuesto a vivirlos en tu vida para poder enseñárselos a tus hijos? ¿Qué estilo educativo tienes en tu casa? ¿Eres tan honesto que aceptarías que quien no tienes límites eres tú?”

El punto de partida de la autora del conocido libro “El Monstruo de la Comodidad”, se inicia al afirmar que la formación comienza por los padres mismos. Son ellos los primeros que deben enseñar a sus hijos con su propio ejemplo; son ellos los que deben de luchar por crecer en virtudes y limar sus defectos.

Explica esta especialista que su obra es producto de numerosas sesiones interactivas que ha tenido con padres de familia en las que le han transmitido las dificultades y problemas a los que se enfrentan cotidianamente con la formación dentro de su hogar. Esos testimonios y vivencias le han servido para la elaboración de este interesante libro.

Sostiene que actualmente existe miedo e inseguridad en muchos padres para exigirles a sus hijos por temor a herir o a causar un disgusto. Añade que en la labor formativa se deben señalar los límites claros en el camino. ¿Para qué? Para enseñarles a tomar buenas decisiones; moldear sus caracteres; templar su fortaleza; forjarles buenos hábitos y un criterio que posteriormente les sirva para saber elegir lo mejor y lo más adecuado para el bien de ellos mismos.

“Si comprendemos que la libertad -sostiene la autora- consiste en el desarrollo de las capacidades del ser humano para ponerlos al servicio de la comunidad, heredaremos una sociedad mucho mejor”. Y comenta que hay que amar mucho a los hijos; y aunque suponga esfuerzo y continua dedicación, ellos deben de aprender a conducirse por las vías que los lleven a objetivos seguros y metas acertadas.

Alejandra Diener posee una prosa amena y didáctica, acompañada de abundantes citas bibliográficas para fundamentar sus argumentos científicos. Sin duda, esta obra es una valiosa aportación en la orientación familiar que deben implementar los padres de familia.

(1) Diener, Alejandra, “Mi hijo no tiene límites… ¿Seré yo quien no los tiene?”, Editorial Porrúa, México, 2016.

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com


 

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