Cuando en la familia hay una persona tóxica

Recuerdo muy bien que al terminar una conferencia en la que hablé de las personas tóxicas, siendo mi sugerencia alejarnos en lo posible de ellas, una joven me preguntó: ¿qué hago si la persona que más me daña y me intoxica es mi mamá?

Al hablar de personas tóxicas, la mayoría de las veces se piensa en relaciones de pareja, compañeros de trabajo, jefes o hasta ciertos amigos, pero pocas veces se relaciona este concepto con personas dentro del ámbito familiar. Es una realidad, aunque cueste trabajo aceptarla.

Es normal que existan discrepancias dentro del contexto familiar. Cada uno nos distinguimos por nuestro temperamento, carácter, personalidad; también por nuestros anhelos, deseos, creencias y forma de ver la vida, pero el hecho de que una persona cercana nos haga sentir que nos ahogamos es algo que no debe ignorarse.

¿Cómo identificar que se trata de alguien verdaderamente tóxico, y no de problemas normales entre parientes?

Menciono algunas señales:

–        Su crítica es constante, no le importa herirte y nunca va a resaltar lo positivo que tienes.

–        Parece que no se preocupa por tus sentimientos y no teme avergonzarte frente a los demás.  Incluso lo hace a propósito y sin remordimiento alguno.

–        Cuando estamos disgustados o alejados de alguien cercano, hay un cierto malestar en nuestro interior. Tristemente a este familiar tóxico no le importa si su relación está debilitada.

–        Esta persona saca lo peor de ti misma. Cuando estás a su lado te conviertes en alguien negativo.

–        No se conforma con criticar, sino que resalta una y otra vez tus puntos débiles, diciéndote que no podrás superarlos, lo que te pone en un estado de derrota.

Al vivir esta situación, la primera reacción es la de alejarte o ignorar a este familiar para siempre.  Sin embargo, debemos ser conscientes de que una persona tóxica está enfrentando sus propios problemas, y al no saber cómo hacerlo saludablemente, vuelven su ira y rabia en otros, que probablemente no tengan la culpa, o ni siquiera conocen la razón de esta amargura.

Comparto algunos consejos para que puedas llevar la vida más en paz con este familiar tóxico:

–        Pon límites y hazte respetar. Mantén tu temple y que tus argumentos no hieran a la otra persona.

–        Exprésale tus sentimientos sinceramente, aunque parezca que no le interesan.

–        Reconcíliate y vive en paz con él o ella. Si tienes que alejarte un poco, por lo menos que no te afecte.

–        Dale un sentido a tu vida y no te enganches.  Saber que un familiar tóxico sufre mucho, y que sólo el puede cambiar su actitud.

–        Ten confianza en ti mismo y disfruta cada día.

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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