Lozoya y el cuento de la lechera

Esta ñora no llega a comprender cómo un funcionario usaría para defenderse videos que lo involucran a él mismo, pero como todo el mundo sabe, esto es nada más un show.


Leche cortada


Una de las historias favoritas que la mamá de la ñora, o sea, la ñora ñora, le contaba a esta ñora era la de lechera que se dirigía rumbo al mercado pensando en lo que haría cuando vendiera el jarro de leche que llevaba en su cabeza… La versión moderna son los anuncios de “ya me vi”, del Melate, pues.

La gente sueña con lo que hará antes de tenerlo seguro. Y el gobierno del si-voy-a-Guanajuato-me-llevo-a-mis-paleros-chilangos-a-la-conferencia-de-prensa-para-no-extrañarlos lleva un par de semanas fantaseando con lo que le exprimirán a Lozoya.

A esta ñora le parece curioso que se haya ido sembrando cuidadosamente la idea de que el exdirector de Pemex tiene videos de cómo le entregaba dinero a los diputados para que aprobaran la Reforma Energética. ¡El mismo episodio de Bejarano extorsionando a Carlos Ahumada mientras trabajaba a las órdenes del ningún-acto-de-corrupción-ocurre-sin-que-el-presidente-se-entere-pero-si-trabajan-conmigo-ni-los-veo-ni-los-oigo-ni-los-acuso!

Esta ñora no llega a comprender cómo un funcionario usaría para defenderse videos que lo involucran a él mismo, pero como todo el mundo sabe, esto es nada más un show. Así como cuando a veces, y no crean que esta ñora alguna vez se ha visto en una situación así… por pura casualidad dos amiguis se reúnen sin la tercera, se ponen al día y luego fingen sorpresa cuando deben contar la misma historia cuando por fin se reúnen con la tercera. Las risitas y miradas y entre ellas dos son mera coincidencia.

Pues ahora, la reunión de las dos amiguis, o sea, Lozoya con la Judicatura del Poder Judicial, va a ser tan, pero tan transparente, que los periodistas no tendrán acceso a ninguna de las sesiones virtuales. Todo será una muestra del combate a la corrupción tan limpia y clara como la de la administración actual que en lugar de hacer licitaciones lleva hasta el 70 por ciento de los contratos por adjudicación directa.

La tercera amigui que somos los mexicanos, no sabremos cómo o qué se está cocinando a nuestra espalda. Lozoya es hijo de un funcionario del grupo más cercano al exvillano favorito: Carlos Salinas. O sea, tiene todas las credenciales de la generación del “nuevo” PRI que dizque llegó a gobernar México porque sí sabían cómo hacerlo, básicamente porque eran los hijos, sobrinos, nietos de la segunda generación de priistas de este país, son como los nietos del sistema y la mafia del poder.

Ya se sabe aquello de padre rico, hijo millonario, nieto pordiosero… y en este caso, no es que se volvieran pordioseros sino que nos acabaron echando en brazos de la peor versión del priismo: la que no logró llegar al poder con ellos, que sólo acumuló rencor y que no sólo no sabía cómo hacerlo, sino que cada día se esmera en hacerlo peor.

Por varias semanas, se ha intentado y esta ñora diría que con poco éxito, empujar el tema de la maravilla de logro que es que Lozoya venga a México. Se ha olvidado convenientemente señalar que la llegada de Lozoya no se debe a que los procesos normales de extradición se hayan completado con el heroico y aguerrido trabajo de la Fiscalía mexicana, sino que se debe a una negociación en la que Lozoya renunció a seguir ese proceso. Es claro que no se aventó a un clavado tipo acapulqueño en la Quebrada… ¡Ah, no más bien sí! Es un clavado ensayado, medido y negociado. Y seguro Lozoya saldrá bien librado… el otro lado, probablemente no como lo piensa.

En primer lugar, llega tarde el caso. Si esto hubiera ocurrido hace un año cuando el desengaño con este nuevo gobierno apenas empezaba a erosionar su credibilidad, su efecto habría sido el que esperan hoy, porque hubiera sido creíble que era fruto de la implacable búsqueda de justicia y castigo a la corrupción. De pilón, el timing es tan malo que hay dos escándalos de posibles (nomás por aquello de que todos son inocentes hasta que se demuestre lo contrario) abusos del poder y corrupción en dos cercanísimos colaboradores como Bartlett y la amorosa guerrera Irma Sandoval junto con su gringo caballero de la armadura dorada, Ackerman.

El no-te-preocupes-Gatell-todavía-me-eres-útil-para-cubrirme-las-espaldas le apuesta tanto a este tema que fue el argumento “nuevo” a su airada y rápida respuesta a un grupo de intelectuales que simplemente dijo lo que los mexicanos normales esperan que ocurra con la oposición: dejen de pelearse, unámonos y usemos la democracia.

Esta ñora cree que por más que se sueñe con lo que harán con la leche de jarro de Lozoya, esa lecha ya está cortada. Hoy se está usando como tabla de salvación sin notar, no sólo que el interés de los mexicanos ya no está en el combate a la corrupción, sino en la supervivencia diaria, en la falta de medicinas, en la inseguridad creciente… y un largo etcétera, más largo y extenso que el charco lácteo que ke quedó a la lechera del cuento.

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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