Las virtudes se necesitan a lo largo de la vida y es mejor que las empecemos a vivir en familia, así nos podemos apoyar y será más fácil comprenderlas y llevarlas a la práctica.
Somos la cara de la iglesia y nuestro testimonio es importante ya que la percepción que tiene el mundo de la iglesia se materializa en nuestro testimonio.
Si nuestra actitud es positiva seguro que logramos un ambiente lindo y de cooperación, pero, si nos estresamos sólo lograremos enojarnos con todos y terminar muertas de cansancio y muy frustradas.
La comunicación es un arte y por lo mismo debe adaptarse a las necesidades de cada familia, pero debemos buscar los canales adecuados para que se de esta comunicación lo antes posible.