La situación actual nos ha mostrado la fragilidad humana y ha puesto de manifiesto los recuerdos, las heridas de hechos pasados realizados por nosotros u otros.
El respeto es una virtud que se ha ido perdiendo en las nuevas generaciones por la influencia de la sociedad que nos invita a buscar nuestro bien sin importar perjudicar a otros.
Es necesario replantearnos nuestro método de organización familiar y hacer las adecuaciones necesarias para responder a las nuevas necesidades familiares.
El objetivo en esta vida es la santidad, poder llegar a alabar a Dios eternamente, para eso es necesario tener la capacidad de hacer extraordinaria nuestra vida ordinaria.
Es importante hacer un balance de forma personal y también familiar, ya que es la mejor manera de darnos cuenta que son más las cosas buenas que lo malo que hemos vivido.
En estos tiempos de pandemia es común que nuestros hijos muestren síntomas de ansiedad, por eso debemos estar atentos y buscar la forma de solucionarlos.
Las circunstancias actuales nos han cambiado las costumbres y la forma de vida, provocando que la dinámica familiar se vea afectada y haciendo que todo gire alrededor de lo digital.
En la colaboración familiar es muy común que no todos los miembros estén dispuestos a participar, pero es una virtud muy necesaria para que la dinámica familiar sea adecuada y para que exista paz.