Andrés Manuel López Obrador, que quiere también pasar a la historia no solo como él se ve, un “gran” presidente mexicano, sino como un líder latinoamericano.
El alegato de los López sobre el escándalo de la casa de Houston, es que José Ramón no trabaja en el gobierno y que por tanto no puede haber conflicto de interés.
La democracia a través del voto es un poder del ciudadano, pero se ha demostrado que su manipulación puede convertir ese ejercicio democrático en un gran engaño.