Esta será una Navidad atípica para todos. El miedo, la desconfianza y la incertidumbre van ganando terreno. Este es un buen momento para reflexionar hacia donde queremos dirigirnos.
Los senderos más hermosos muchas veces se recorren en soledad. Nadie dice que el camino que conduce a la verdad sea fácil, pero todos aseguran que vale la pena.
Vivimos en una sociedad acostumbrada a los placeres y la inmediatez. Sin embargo, el control de nuestros deseos, instintos y emociones es imperativo para una vida moral y exitosa.
Vivimos en una época donde el concepto de familia se trivializa constantemente. Mermar a la familia no sólo afecta y menoscaba la tan importante cohesión social sino que afecta a cada uno de sus miembros.