El presidente ha optado por confeccionar su decálogo, un catálogo de frases y lugares comunes que en nada han mejorado las condiciones de seguridad para las mujeres.
El presidente se ha convertido en el peor violentador de los derechos de las mujeres. Y uno de los mayores agravios es defender a Félix Salgado Macedonio.
El presidente prefiere dar pasos atrás, repartir dinero público y obstaculizar un futuro mejor. México no necesita caridad, necesita política pública, no electoral.