Sólo hay una cosa más retadora que encontrarte obligado a socializar con alguien que no conoces y eso es interactuar con quien no hace el más mínimo esfuerzo por agradar.
Todo, siempre, nunca y nada: las palabras prohibidas de la comunicación asertiva
El espacio para el mejor uso del lenguaje es infinito, pero no está mal partir de evitar el uso irreflexivo de palabras como: todo, siempre, nunca y nada.