Hablemos un poco del nuevo año

Esta columna, mayormente abordaba temas internacionales, pero debido a la situación por la que pasa México, es necesario reflexionar sobre esto; pero sin dejar de lado alguno temas externos al país.


Reflexionemos sobre el México actual


Como artículo misceláneo, pretendo informar a mis lectores un cambio en los tópicos que abordaremos. Quienes han seguido mis textos publicados por este medio, se habrán dado cuenta de que la mayoría de los tópicos que se han tocado son de índole más internacional que local; sin embargo, la realidad que actualmente vivimos en nuestro país obliga a que reflexionemos más en los problemas en México.

Tomando en cuenta cosas como el cambio de poderes, y situaciones que francamente encuentro hilarantes e irónicas, pretenderé focalizar mi ojo en nuestro país y destronar reyes falsos de la opinión pública, o por lo menos morir en el intento.

Apenas empezamos el año, terminamos el primer mes, y las cantidades de escándalos, contradicciones y situaciones deplorables en las que nuestro actual presidente se ha visto es sencillamente digno de un libro de comedia baja y vulgar como los chistes más torpes de Eugenio Derbez.

Fuera de sarcasmo, debo anunciar que detrás de cada broma hay un profundo dolor en mi corazón; el humor es solo la forma más sublime de transmutar el dolor; podemos elegir lamentarnos y llorar, sacudir nuestros abrigos y persignarnos, o podemos hacerlo a la mexicana, a tequilas y risotadas, y eso último es lo que pienso hacer.

Ten en cuenta estimado lector que cada que detectes una broma, o cada que mis escritos te provoquen una risa burlona, hay un serio problema detrás; no pretendo enmascarar los problemas con humor, pretendo, por el contrario, desnudarlos con el sarcasmo más picante que mis capacidades, cortas o abundantes, me permitan amasar.

Otra promesa que pretendo hacerle a usted lector, es ser más propositivo, en las columnas anteriores nos hemos reído de las situaciones, y en raras ocasiones hemos pensado en soluciones, si bien, no tengo las capacidades para dirigir a un estado, creo tener el sentido común para contrariar ideas evidentemente mal tomadas como la escasez de gasolina reciente, o la “estrategia” de seguridad y limpieza que los actuales mandatarios llevan a cabo.

Por su puesto que me saldré de la raya un par de veces, hablando de Venezuela alguna vez, o de Estados Unidos, pero por lo general, pretenderé mantener el margen en nuestros asuntos, con el propósito de hacer que usted se sienta más incorporado e identificado con el texto.

Sin nada más que decir, lo espero en la próxima publicación de mi columna, y le deseo un mejor año.

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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