Discrecionalidad ejercida pero no explicada

Acción Nacional, en medio de una crisis profunda, justo en el peor de los momentos, sufre el enojo de la mayoría de sus militantes. ¿Por qué? Sencillo, por la falta de democracia interna. Un partido que desde su fundación lo es en favor de la democracia, en los tiempos recientes, no la practica para sí mismo.


Partido accion nacional


En vez de democracia, este partido vive un torbellino de designaciones de candidatos a los tres niveles de gobierno. ¿Es esto legal, conforme a la normatividad estatutaria? Lo es. Aunque en los Estatutos (artículo 92) se señala que la primera opción es la elección de candidaturas por medio del voto de los militantes, también se contempla la facultad de designación o de votación abierta. Pero esto no es el problema.

En muchas ocasiones, comúnmente se hace la distinción entre lo que es legal y lo que se considera legítimo. Y lo legítimo va más allá de lo legal, lo normativo. ¿La diferencia? Que se espera que lo legalmente decidido no solamente cumple los requisitos de ley, sino también los de la deontología de la organización, en este caso del partido. Que las decisiones discrecionales a que las autoridades partidarias tienen facultades, son realmente, probadamente, en beneficio de los fines últimos de la acción partidaria, es lo que hay que demostrar.

Pero desde hace tiempo, y en demasiados casos, este tipo de decisiones sobre candidaturas por designación, no se ven conformadas en función de los objetivos de Acción Nacional. Grave, muy grave. Desilusionador, frustrante. Algo visto como clara contradicción en la lucha por la democracia. Este partido ha visto designar candidatos impopulares y hasta ideológicamente contrarios a la doctrina panista. Claro y afortunadamente, no son todos, pero no debe haber ninguno de estos. Ninguno.

Sin duda que los dirigentes de Acción Nacional tendrán sus razones para decidir que las candidaturas se hagan por designación y no por votación de la militancia. Pero en la práctica muchas designaciones no muestran tener sentido ni justificación, tanto para la militancia, como para los analistas políticos y hasta para el ciudadano de a pie, ajeno a la política partidista.

Lamentablemente, algunas de las designaciones de candidaturas, en especial para diputaciones y senadurías plurinominales, se ven clarísimamente como una repartición de canonjías entre los dueños del poder en los comités del partido. Y no hay manera de demostrar que no es el caso.

Ahora bien, chuecas o derechas, las candidaturas designadas lo son conforme a la normatividad. Pero ¿dónde queda la legitimidad? A veces en entredicho y otras en absoluta ilegitimidad a los ojos de la militancia, y peor aún, de los votantes en general.

¿Qué es lo que deben hacer al menos las dirigencias panistas? Dar una explicación, pero no lo hacen. Deciden discrecionalmente los métodos para nombran (o elegir) candidatos. Y como la democracia interna es hecha a un lado en demasiadas ocasiones, es necesario que al menos, sí, al menos, den una explicación del porqué se toman tales decisiones. Existe la discrecionalidad legal, pero falta la debida explicación a la militancia del porqué se ha decidido como se ha hecho.

En resumen. Hay para todos efectos de imagen del PAN y del bienestar de la militancia, demasiadas designaciones, hechas en ejercicio de la discrecionalidad normativa, pero falta, falta absolutamente, una debida explicación del porqué se decide como se decide. Y esto costará defecciones por desilusión entre la militancia, apoyo a candidatos ajenos y votación contra los candidatos panistas.

Si se ejerce la discrecionalidad, al menos deberá explicarse, y reducir en algo la furia de los militantes frustrados, hay que insistir. Es un intento de tranquilizar a la militancia, funcione o no. Pero no sucede, no pasa así, ninguna de esas designaciones impopulares es explicada. Ni siquiera la razón para no aceptar la democracia interna. Y todos pierden, los militantes que serían buenos candidatos y son ignorados, el partido y la ciudadanía para elegir por quienes votar.

 

@yoinfluyo

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

 

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