Política social

Política social fallida

“Cuando la política promete ser redención, promete demasiado. Cuando pretende hacer la obra de Dios, pasa a ser, no divina, sino demoníaca” Benedicto XVI.”

 

Cuando tuve la oportunidad de ser Diputado Federal, en la LIX Legislatura del 2003 al 2006 se presentaron ante el Congreso las iniciativas para crear la Ley de Desarrollo Social y una reforma a la de Asistencia Social. Mandatos que iban encaminados a regular y apuntalar la política social de México, porque debemos recordar que acá todo lo queremos hacer regulando y con más leyes, situación que solo ha favorecido el retroceso y la corrupción, en lugar de tener políticas públicas claras en los tres órdenes de gobierno.



En esa ocasión como ahora fui un duro crítico de las iniciativas y lo que buscaban, por ser parte de un Grupo Parlamentario se debatía al interior del mismo y con la Ley de Desarrollo Social recuerdo cuando asistió la Secretaria de Desarrollo Social le hice un sin número de observaciones de lo que debe ser la política social y la forma de ejercerla. También por cierto de la Ley de Asistencia Social me abstuve, la razón solo fomentaba más el asistencialismo abrumador y no el bien común.

Y ahora retomo este tema por los tiempos que vivimos, los fatídicos tiempos electorales, tiempos que solo abruman y confunden al ciudadano o en el mejor de los casos lo encolerizan. Ya nadie entiende nada, no sabemos a quién creer, las promesas las mismas de siempre, el “cómo” lograr una vida digna no lo dicen, pero eso si andan en campaña tres personajes gastando millones de pesos prometiendo la por fin ansiada vida digna, acabar con la pobreza, acabar con la corrupción y generar empleos al por mayor.

Hoy existe el Coneval una Institución responsable de medir los resultados de la política social y la pobreza, ellos bien dicen “todo lo medible es sujeto de mejorar”, pero se mide, se mide y se mide y no se hace nada. ¿Por qué no se hace nada? Por asunto cultural de explotación, por la cultura del clientelismo, por la cultura del abuso y el uso de los más pobres en los planes de campaña de los partidos políticos, principalmente de AMLO y del PRI, la demagogia de la pobreza.

Sin irnos muy atrás, partiré del sexenio Salinista a la fecha, con sus diferentes programas de combate a la pobreza como solidaridad, progreso, oportunidades, prospera y quien sabe cuántos más. Se han gastado y digo gastado porque no hay resultados, de haber resultados diría, se han invertido, pero no, se han gastado miles de millones de pesos en cientos de programas sociales y lo que todos sabemos es que la pobreza aumenta, que la línea de medición del bienestar social nos marca aumento de pobres, pequeños cambios en la pobreza extrema y la que le sigue, hoy tenemos una pobreza multidimensional imparable, bueno imparable, si no se cambia la forma de hacer política social.

Lo primero que se debe hacer para generar una política social real es tener educación de calidad y salud garantizada a todos, salud con atenciones adecuadas en todos los rincones de México. Posteriormente dejar atrás el paternalismo, el clientelismo y populismo político. La política social debe buscar el desarrollo de la familia a plenitud, con un desarrollo humano constante, se debe buscar que todos tengamos los satisfactores necesarios para vivir con dignidad, se debe buscar el trabajo coordinado de los tres órdenes de gobierno, no es patrimonio único del orden federal y la ciudadanía de manera solidaria participar, en pocas palabras la política social debe ser humanista.

Al proponer el humanismo social propongo una política solidaria en la cual todos nos apoyemos, una política subsidiaria en la cual cada quien haga su trabajo y con las condiciones gubernamentales adecuadas se genere empleo con salarios que permitan tener alimento, salud y educación, por ende no es regalar es dar oportunidades, que el más fuerte no haga lo que el más débil puede y debe hacer. Una política temporal debe ser encaminada a resolver las situaciones de riesgo y avanzar en lo que venga o deba venir. Una política focalizada a los que realmente la necesitan, no disparar cientos de programas a todo mundo, no tener políticas sin control de beneficiarios. Y desde luego con absoluta transparencia, sin tanto intermediario y evitando la corrupción y manipuleo con fines electorales.

Pero lo que nos damos cuenta que al resolver la situación apremiante, al cumplir los compromisos internacionales del Milenio, al tener ciudadanos educados, sin hambre y sin necesidades se acaba la razón de ser de los discursos como “primero los pobres” y por ende la demagogia electoral y gubernamental. Está en las manos de los ciudadanos exigir este cambio y cuidado no solo en asociaciones civiles o en las organizaciones sociales porque muchos de ellos son parte de los vividores de la política social y la explotación.

Hoy nueve particos políticos nos presentan tres “pre candidatos” ya dejen las payasadas son tres candidatos pues queremos oírlos, junto con los independientes que queden en la boleta, darnos el cómo se hará una verdadera política pública social y no por reglamentación o por ley ¿Recuerdan los tiempos que por decreto presidencial se erradicaban las enfermedades virales? Pues en un descuido así será la pobreza, por decreto presidencial se acaba y lo que veamos es “complot”.

“Al poder, sea cual sea el partido que lo ostente, le interesa que los conflictos se perpetúen, porque si se resolvieran, se tendría que poner a trabajar en serio”. Eduardo Mendoza

 

@yoinfluyo

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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