Cortina de humo o atentado

¿Casualidad o advertencia? bomba en la CEM

Querétaro, Qro.- (Jorge López, enviado especial). El atentado que sufrió la sede de la Comisión del Episcopado Mexicano (CEM) la madrugada del martes, se enmarca en el contexto de que México es el país de América Latina en el que más sacerdotes han sido asesinados por año, afirmó Rodrigo Guerra López investigador del Centro de Investigación Social Avanzada (CISAV) en entrevista para YoInfluyo.com.



Aclaró que hay pocos datos para aventurar una hipótesis sobre las causas del colocar una bomba en la sede del Episcopado Mexicano, además señaló que existen grupos con una gran antipatía por la Iglesia Católica que en ocasiones es sólo a nivel verbal, no obstante es un deber entender que “ya no estamos en la época de que la práctica religiosa era proscrita y hasta perseguida en México”.

Actualmente el artículo 24 de la Constitución protege el derecho humano a la libertad religiosa, pero que debemos todavía hacerlo “plenamente vigente”, y protege tanto a los creyentes como a los no creyentes. Nos permite un marco normativo “que debe generar una cultura de respeto y convivencia pacífica”, así debemos de excluir la violencia como “forma de diálogo, presión o de mensaje”.

Este acto nos lleva a pensar en escenarios tales como que fue una casualidad o “una cortina de humo” que influya como un distractor de otros asuntos, o que es un mensaje, de quien busca decirle a la Iglesia, “te estamos observando” y pueden suceder cosas, y reiteró que aún falta información para determinar cual de las opciones es la razón del atentado, subrayó.

No obstante, señaló el entrevistado, en cualquier caso el reconocimiento de la libertad religiosa nos debe impulsar al diálogo para dirimir nuestros conflictos.

Lección para los católicos

Sin embargo también los católicos debemos aprender una lección, y es que por haber sido en ocasiones perseguidos o atacados, “hemos actuado de manera simétrica”, lo que genera una “espiral”, que a la postre se vuelve dañina.

Señaló que esta clase de hechos también deben de generar una reflexión al interior, para comprender que el Evangelio “nunca justifica la violencia” y recordó la anécdota de uno de sus profesores, Rocco Buttiglione, al que le dijo el Papa Juan Pablo II que “por la causa de la verdad y de Cristo, a veces hay que llegar al derramamiento de la sangre, pero que la sangre que se derrame, no sea la de nuestros enemigos sino la nuestra”, concluyó.

@Yoinfluyo

redacción@yoinfluyo.com


 

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