CCE busca blindar a las mipymes

Los daños más significativos por el COVID-19 en los rubros de la salud y la economía que ponen en vilo la vida, convivencia y estabilidad del país.


Estrategia empresarial


El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Carlos Salazar Lomelín, aseguró que en el país “no se ha entendido la dimensión del problema (derivado del COVID-19) desde el punto de vista económico y el impacto que va a causar en cada una de las empresas”; por ello, el organismo que encabeza creo una estrategia que presentó al gobierno federal para que trabaje en conjunto con la iniciativa privada, a fin de que logren sostenerse las empresas y los empleos, a pesar de la crisis.

Al encabezar una reunión virtual con representantes de organismos privados del país para buscar en conjunto alternativas y presentar una estrategia para apoyar a las empresas, principalmente las medianas y pequeñas, así como a sus trabajadores, Salazar Lomelín indicó que la implementación del plan permitirá asegurar la estabilidad económica, social y política necesarias; contar con un buen plan de infraestructura para todo el país; fortalecer las exportaciones para que sean más diversificadas y menos concentradas; y, conformar una posición fiscal sólida, ya que será posible regresar a un nivel de deuda pública del orden de 45 o 50 por ciento del PIB.

Los daños más significativos por el COVID-19 en los rubros de la salud y la economía que ponen en vilo la vida, convivencia y estabilidad del país, afectando de manera particular a los enfermos, sus familias, las micro y pequeñas empresas (mipymes) y todos los que dependen de ellas que es la mayoría de la población y requieren urgentemente de estrategias efectivas para no desaparecer.

El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) a través del documento Estrategia COVID-19: Protegiendo vidas y la economía familiar, en el que además de analiza cómo surgió y evolucionó la pandemia en el mundo y en nuestro país, los recursos con los que tiene el país para tratar a quienes han enfermado, además de incluir una estrategia público-privada para atender los puntos críticos tanto de salud como económico de las familias mexicanas.

El sostén de la economía nacional descansa en gran medida en las empresas, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en México 4.1 millones de empresas son micro, pequeñas o medianas y gran parte de la actividad económica y el empleo está estrechamente ligado a ellas.

Con el surgimiento del COVID-19 se paralizó gran parte de las actividades productivas del país, para evitar contacto de persona a persona a fin de evitar que se expanda exponencialmente la pandemia, lo que ya ha generado afectaciones a las finanzas de empresas, principalmente las de menor tamaño, pero se prevé que las pérdidas se incrementen conforme transcurran los días.

Con este panorama el CCE ha urgido al sector productivo a tomar medidas para amortiguar el golpe a las finanzas de los mexicanos, y busca colaborar con las autoridades para “proteger la salud y el bienestar de las familias mexicanas”.

De esta manera, el CCE elaboró una “estrategia basada en evidencia científica y en las mejores prácticas internacionales, la cual permite minimizar el riesgo de contagios y maximizar la probabilidad de mantener una economía funcionando”. Esta se basa en cinco pilares: 1) Contención de contagios en población sana. 2) Disminución de infecciones en población vulnerable. 3) Incremento de capacidad hospitalaria. 4) Ampliación y formación de habilidades de atención. 5) Mitigación de impacto económico y reactivación.

Salvavidas para mipymes

A fin de asegurar que las mipymes cuenten con liquidez suficiente para transitar la crisis por el COVID-19, el CCE propone una serie de acciones inmediatas entre las que destacan:

 Apoyos económicos entre privados: Organizar una estructura para que empresas con capacidad económica apoyen a sus proveedores mediante pago a no más de 30 días, independientemente del contrato o acuerdo existente.

 Adopta una mipyme: Ayudar, los que tengan capacidad, a los más pequeños, mediante apoyos salariales o recursos.

 Compras adelantadas: Realizar pedidos a entregarse después de la crisis, o apoyar desde la sociedad a establecimientos con ventas a futuro.

 Factoraje: Generar una plataforma ágil y sencilla para apoyar a las mipymes, con apoyo de instituciones financieras.

 No penalización: Evitar en este periodo penalizaciones contractuales entre particulares.

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