Donald Trump; políticas familiares

Políticas familiares en los 40 días del gobierno de Trump

Sharon Slater, Directora de Familiy Watch International, apoyándose en un estudio de Sheldon Kinsel, Director de Política Pública de Family Watch, señala el estado de la familia después de los primeros 40 días del gobierno del presidente Donald Trump en Estados Unidos. Muchas de tales políticas, no solamente inciden en ese país, sino que repercuten en otros.



Antes de la toma de posesión, el nombramiento de Nikki Haley como Embajadora en Naciones Unidas representaba un mensaje. Ahora, la ex gobernadora de Carolina del Sur, en sus primeras semanas ha dejado clara su postura pro familia y anti aborto. Veremos qué sucede más adelante y si se podrá ablandar la postura de la ONU. También está por verse si se reducen los $8 billones de dólares anuales con los que Estados Unidos apoya las actividades de la ONU. El presidente Trump ha sido claro al cuestionar muchas de las actividades, y ha hecho un llamado para que haya cambios significativos. Por ejemplo, el apoyo de la ONU al aborto con $600 millones de dólares anuales.

El primer día de trabajo como presidente, Trump fijó la política de prohibir fondos de su país para cualquier organización no-gubernamental que efectúe o esté involucrada en la promoción de abortos. Esta es una decisión que apoya la vida. Recortarán poco más de $32 millones de dólares. Por eso, el programa de seguros de Obamacare tendrá que sustituirse.

Hubo apoyo para la Marcha anual por la Vida, en Washington, D.C. El presidente envió al vicepresidente Pence a hablar en el evento. También, Kellyane Conway, directora de la campaña presidencial de Trump y ahora una consejera clave, habló en el mitin.

Anuló la “Guía” emitida por el Departamento de Educación de Obama para las Escuelas sobre “estudiantes transgénero”. Esa guía permitía a los escolares con confusión de género escoger la utilización de los baños, los cuartos de casilleros, las regaderas y otras instalaciones. La Ministra de Educación Betsy DeVos se oponía a rescindir la guía, el presidente Trump, el Procurador General Jeff Sessions y otros presionaron por el logro.

Propuso a Neil Gorsuch para la Suprema Corte de Estados Unidos. Los jueces de la Suprema Corte sirven en la alta corte durante décadas después de que el presidente deja su mandato. Esto es uno de los impactos más duraderos que cualquier presidente tiene en una amplia gama de políticas. Cumple así una de las promesas que hizo durante su campaña. Neil Gorsuch tiene un bien ganado prestigio como jurista conservador, se prevé su estricta interpretación de la Constitución.

Donald Trump ha prometido recortar el gasto federal, incluso el presupuesto del Departamento de Estado y de sus programas, como la ayuda al exterior para imponer controvertidos derechos sexuales a los países en desarrollo.

La postura pro vida y pro familia del vicepresidente Mike Pence probablemente repercutirá en la toma de decisiones políticas sobre la familia, la vida y otros temas sociales. El vicepresidente tiene una trayectoria muy clara en estos asuntos.

Los pronósticos de la administración de Trump eran de más apoyo para la vida, la familia y los valores familiares en Estados Unidos y en el mundo, que lo que se pronosticaban con el mandato de Hillary Clinton.

Sin embargo, queda pendiente un aspecto sumamente delicado y que afectará en el futuro. La actual gestión del presidente Trump goza de calificativos poco favorecedores, bien ganados por su manera de entender la democracia y la parcialidad en la toma de decisiones. Estos hechos afectarán a quienes hayan recibido cualquier tipo de beneficio. Por eso, el movimiento pro vida y pro familia en un futuro se verá no como un movimiento que asume cuestiones fundamentales para el desarrollo de la humanidad, en beneficio de todos, por encima de cualquier postura política o religiosa, sino como una postura intransigente, drástica y violenta.

Queda aún por perfilar la manera más adecuada de afrontar las cuestiones derivadas de la ideología de género. Hay partidarios pro-familia molestos por la decisión del presidente Trump de no revocar la orden ejecutiva de Obama, en 2014, donde pide a los contratistas que trabajan para el gobierno federal implementen políticas de no-discriminación respecto al empleo de individuos homosexuales y transgénero. En este caso, no se puede poner un fin noble sobre el derecho universal a ejercer un trabajo digno.

Otro asunto es el retraso de una orden ejecutiva para protección de la libertad religiosa, promesa hecha por el presidente Trump durante su campaña. Algunos piensan que la orden se ha retrasado para evitar interferencias con la confirmación en el Senado del juez Gorsuch.

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com


 

 

 

 

 

 

 

 

 

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