Responsabilidad y participación social

Algo más sobre la responsabilidad de la participación social.

Consideraciones básicas

Por temperamento, cada persona puede inclinarse o al aislamiento o a buscar compañía. Cada posición tiene sus beneficios, por eso a las dos las debemos cultivar. Lo malo es encerrarse solamente en uno de esos dos estados, o vivirlos inadecuadamente: aislarnos cuando nos necesitan o buscar la compañía para evadir el esfuerzo de reflexionar sobre el modo de afrontar una responsabilidad personal e intransferible.



La pertenencia a sociedades intermedias nos facilita saber cuál es nuestro sitio, en cada circunstancia, en un espacio más amplio al de nuestra familia. Los parientes muchas veces se encargan de ubicarnos en ese espacio más íntimo, y en incontables ocasiones han impedido que huyamos  de nuestras obligaciones; al colocarnos en  sitios donde podemos ser más eficaces nos preparamos para el entorno extra familiar.

En las sociedades intermedias descubrimos la variedad de modos de pensar y de actuar. Allí aprendemos a tener amigos y a ser amigos. También vivimos la experiencia de las incompatibilidades y la necesidad de convivir con personas que en una reacción espontánea nos disgustan y, sin embargo, las necesitamos porque tienen competencias de las que carecemos. 

En las sociedades intermedias descubrimos aspectos de nuestro modo de ser que nunca hubiéramos detectado. Completamos el conocimiento básico que obtuvimos en la familia. Con todos estos datos estamos mejor preparados para nuestro desempeño ciudadano, que ahora es más exigente pues la democracia necesita de la aportación de cada uno. Si no, no se da la democracia.

Por lo tanto, la relación entre el individuo y la sociedad en un estado democrático, no puede eliminar la influencia de cada familia a la que pertenecen los ciudadanos, ni las sociedades intermedias que los han forjado. Esto nos sensibiliza pues si la democracia no funciona es porque nos hemos excluido.

Con lo cual queda claro el error del totalitarismo comunista o de cualquier dictadura que concede la participación a pocos o a uno. Tampoco es aceptable el individualismo de quien sólo busca el bien particular y se desentiende del bien de los demás ciudadanos. Éste es el denominado bien común.

En la democracia cada ciudadano debe hacer su papel, si no vivimos lo que nos corresponde somos culpables de no lograr el recto equilibrio entre el bien particular y el bien común. También cada sociedad intermedia ha de conseguir sus objetivos.

La familia

No es una sociedad intermedia, es la sociedad natural indispensable para el mejor desarrollo del ser humano. El conjunto de familias forman la sociedad civil y a ella aportan sus características, por eso, cada familia tiene un papel muy importante en el seguimiento de las propuestas y de las decisiones de la autoridad civil. La familia tiene que intervenir para lograr la buena marcha de la sociedad y advertir a tiempo cualquier principio de corrupción.

Al interior de la familia, los padres han de fomentar su unidad sabiéndose colaboradores de la mejora entre ellos y en la de sus hijos. El ejemplo de la unidad entre los progenitores deja una huella profunda en los pequeños, aprenden que es posible ser distintos y llevarse bien. La unidad forja personalidades seguras y leales. 

El padre y la madre han de ejercer su autoridad, porque son los responsables de haber formado esa familia. Les compete tomar decisiones y marcar el rumbo. Esto es distinto a caer en el autoritarismo porque si dialogan entre ellos sobre el modo de proceder, matizan las soluciones y ambos saben lo que van a hacer. Cuando los padres asumen así su autoridad hacen que los hijos acepten la jerarquía y están poniendo medios para forjar ciudadanos ubicados en el sitio que les corresponde.

La familia ha de estar atenta del comportamiento social de sus miembros, alentarlos si van por buen camino e impulsarlos a ejercer bien su libertad. Poner remedio a tiempo si ven que alguno no está bien encaminado.

Los padres son los responsables de la educación de sus hijos, por eso han de enterarse de cómo marcha la escuela  que eligieron para sus hijos, así como el desempeño de los maestros. También han de evaluar las políticas educativas y hacer propuestas que vean convenientes. Para ello, muchas veces es necesario formar asociaciones de padres de familia.

La participación en la elección de los gobernantes no se limita a emitir un voto, se prolonga en el cumplimiento de  promesas, en la supervisión del aprovechamiento y conservación de todo tipo de recursos, en la resolución de problemas, especialmente en aquellos que son reiterativos –aprovechamiento del agua, buenas vías de circulación, seguridad, limpieza, etcétera-.

Sociedades intermedias:

Guarderías, dispensarios, orfelinatos,…

Contar con diversos tipos de instituciones que faciliten a los padres de familia el cuidado de sus miembros, mientras cumplen con sus obligaciones laborales fuera del hogar.

Escuela 

La escuela es otra sociedad intermedia que en los primeros años de vida es crucial, nos dan los conocimientos básicos y descubren nuestra manera de reaccionar ante personas desconocidas, y la capacidad de adaptarnos. Más adelante, en ese tipo de instituciones alcanzamos la preparación requerida para desempeñarnos profesionalmente en la sociedad.

Subsidia a la familia en la educación. Por tanto, la escuela tiene obligación de cumplir las promesas ofrecidas a los padres, entre ellas elegir a buenos maestros y respetar los principios familiares.

Cárceles, reformatorios…

Son instituciones que subsidian al estado en la reforma de personas transgresoras de las normas y en su reincorporación a la sociedad.

Hospitales, sanatorios, clínicas,…

Instituciones a las que compete fomentar o recuperar la salud.

Empresas

Subsidian a la familia y al estado para que las personas puedan conseguir y ejercer un trabajo con el que puedan cubrir sus necesidades y vivir dignamente.

Sociedad civil

Es responsable de la buena marcha de la vida de las personas, y del fiel cumplimiento de las metas de las sociedades intermedias. Por eso, han de proporcionar políticas familiares e institucionales que respeten la vida, mejoren los servicios y subsidien a quienes tengan carencias importantes.

Han de crear ambientes educativos, promoviendo el orden y la limpieza en la ciudad, evitando todo aquello que degrada a la persona como puede ser la pornografía, la prostitución, la inseguridad, la incentivación de cualquier tipo de vicio, etc.

Es importante que el sistema de gobierno sea consciente de que está al servicio de la población y no del partido político. Para ello, crear sistemas para escuchar las demandas de la población e ir organizando el modo de solucionar las necesidades físicas y espirituales. Muchas se resuelven si las sociedades intermedias cumplen su cometido.

Dar seguimiento a las familias para que sean fieles a ellas mismas, y seguimiento a las empresas para que traten dignamente a los trabajadores, paguen justos salarios, ofrezcan prestaciones, etc.

De las relaciones internacionales se pueden tomar ideas de cómo otros países han dado soluciones a sus problemas. 

@yoinfluyo

redaccion@yoinfluyo.com

* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com


 

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