Un presupuesto de puro corazón

El presupuesto 2019 ha sido muy aplaudido por los seguidores del presidente López Obrador, pero la realidad es que no se le entiende “ni jota”, además de que está lleno de “errores humanos”.


A AMLO nadie lo entiende


Del club

Del “Club de los Libros Perdidos” –página altamente recomendable– le hacen llegar a este escribano el fragmento de una conversación entre Albert Einstein y Charles Chaplin. El científico reconoció la labor de Chaplin, porque éste, sin decir una sola palabra, toda la gente lo entiende.

El mimo excelso, correspondiendo al elogio argumentando que la tarea de Einstein resultaba de mayor envergadura, ya que todo mundo lo admiraba y, prácticamente, nadie entendía una sola cosa de lo que Albert platicaba.

Semejanza

Algo parecido sucede ahora con el traído y llevado presupuesto 2019. 30 millones –ahora ya es menos- de aplausos para el mandatario, cuando nadie entiende “una jota” de lo que se trata; y, cuando, además, los “errores humanos”, ésos que no pertenecen “a la divinidad”, están por entrar al récord Guinness.

Este amanuense sostiene que el jefe Carlos Urzúa Macías, mandamás en la SHCP, tiene más talento que oficio político, pero eso se aprende y él, aprende rápido. El berenjenal en el que a cada rato lo mete la mayoría del inexperto equipo presidencial, legisladores incluidos, ha hecho que el secretario saque la casta –y eventualmente la nariz– para detener locuras, ocurrencias y sueños guajiros. No lo ha hecho mal, porque su agenda y la de AMLO están muy lejos de las correspondientes de algunos cercanos en el gabinete.

Puro corazón

Lo que hemos visto en los días recientes es, como dice el poeta argentino Héctor Gagliardi, “puro corazón”. Poca reflexión y mucha carga ideológica por la izquierda socialista. Mucha defensa de los pobres, pero sin los pobres, como sostiene SS Francisco. Pobres del pueblo sabio, solo presentes para las fotos con la madre tierra. Abundancia de retórica, pero ayuna de “carnita” como se acostumbra decir en el argot periodístico. Por simpatías no paramos, incluido Solalinde y su “niño dios” –con minúscula– disfrazado como grotesca y pequeña botarga del presidente, recibiendo el burlón aplauso de Martí Batres.

Cosas veredes

Pablo Hiriart, por ejemplo, (http://www.elfinanciero.com.mx/opinion) sostiene que México necesita un gran aeropuerto que detone desarrollo y empleos en conectividad con el resto del mundo. Pero al pueblo sabio le importó una dicotiledónea que vayamos “…a gastar más dinero en cancelarlo que en terminarlo, amén de lo que vamos a perder en empleos y en actividad económica…”

El tren, agrega el analista, tiene ya dos problemas: no tendrá pasajeros ni carga que transportar. Esto es, otro elefante grandote y blanco, porque no hay estudios de aforo, volumen de carga y pasajeros, tampoco derecho de vía. ¿Un tren de alta velocidad con los cruceros existentes?, es otro gran deseo del corazón.

Y agréguese, sostiene Hiriart, “…2.5 millones de durmientes, y 250 mil toneladas de riel. Una estimación barata del puro riel asciende a 5 000 millones de pesos, mientras que el Presupuesto 2019 destinó apenas seis mil millones de pesos a la obra” ¿Es viable económicamente hablando? Eso no importa, el corazón es lo que cuenta para el pueblo sabio.

En el tema del NAIM, la economista Maricarmen Cortés (Maricarmen Cortes‏ @mcmaricarmen) profetiza: “…habrá un alud de demandas millonarias vs el gobierno. Será más caro cancelarlo que haberlo concluido y será también uno de los mayores errores de @lopezobrador.

Mi estimado maestro José Antonio Crespo apunta en este tenor (@JACrespo): “Amlo se benefició electoralmente del gasolinazo. Prometió bajar la gasolina. No lo hará. Se impone la realidad sobre la fantasía”.

Pero, quien se lleva la medalla de oro al “Milagro financiero” es el diputado Carol Antonio Altamirano (http://elporenir.mx) que en menos de 24 horas encontró que se pueden agregar –previa recaudación, desde luego; investigación de empresas fantasma y detección de facturas falsas, castigo ejemplar para los defraudadores y anatemas a los que de esta forma evaden al fisco– 23 mil 768 millones de pesos más “para lo que le haga falta” al presidente.

En alguna oportunidad, conversando con el diputado Juan Carlos Romero Hicks, H. Pastor de la bancada panista decía con vehemencia: Cuando no se construye bien común, lo único que se construye es Mal Común.

Como que vamos para allá… ¿O sólo es puro corazón?

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@yoinfluyo
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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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