En los menores de 30 años está la última palabra

Es interesante ver la tasa de participación de cada segmento poblacional.


Voto de jóvenes


Me interesó comparar las dos listas nominales, la actual y la que precedió a la votación de hace seis años. Les pido ustedes también las consideren constatando que los jóvenes de menos de 29 años representan casi la tercera parte del total de la lista, tanto hoy (25,109,121 jóvenes, el 29.2%) como hace seis años (23,814,412 jóvenes, el 30%).

Edad

2018

2012

18

           1,424,449

      1,205,237

19

           2,006,380

      1,928,660

20-24

         11,018,729

    10,409,458

25-29

         10,659,563

    10,271,057

30-34

           9,382,577

      9,836,915

35-39

           8,874,733

      9,153,928

40-44

           8,680,115

      7,995,286

45-49

           7,683,872

      6,822,100

50-54

           6,578,218

      5,708,953

55-59

           5,498,818

      4,556,439

60-64

           4,374,957

      3,489,763

65 o más

           9,771,301

      8,077,006

TOTAL

         85,955,730

    79,456,814

También es interesante ver la tasa de participación de cada segmento poblacional. Hace seis años fue la siguiente: los jóvenes de 18 años y 19 años, una tasa del 62%, es decir, 747,246 y 1,195,769 respectivamente; mientras que de 20-24 y 25-29 años la tasa fue cercana al 53%, es decir, 5,517,012 y 5,443,660 respectivamente. ¿Qué podemos sacar del puro análisis de hace seis años? Que la cifra de jóvenes de 18 a 29 años que NO votaron asciende a 10,910,723 personas. A este grupo le vamos a denominar: JAID (Jóvenes apáticos o incrédulos en la democracia).

Para que dimensionemos esta cifra, recordemos cuál fue el recuento final de la elección presidencial pasada: Vázquez Mota: 12.7 millones de votos; Peña Nieto: 19.2 millones; López Obrador 15.8 millones y Gabriel Quadri 1.1 millones; siendo la diferencia entre Peña Nieto y Andrés Manuel de un poco más de tres millones de votos. Si los JAID hubieran dado su voto, por ejemplo, a Vázquez Mota, hubiera sido la primera presidenta, o si lo hubieran hecho con Andrés Manuel, hoy tal vez tendríamos otro planteamiento de izquierda.

Hablar a los jóvenes no sólo es ofrecerles “becas” que al final ni se les darán… hablarles es atender realmente sus necesidades, sus inquietudes, su problemática. Por supuesto, también es hablarles en su “canal”, sí, literalmente.

Veo a todos los candidatos actuales muy en los medios tradicionales (y algo de razón hay, pues todavía son muchos los mexicanos que acuden a esos medios), sin embargo, los candidatos NO conectaron efectivamente con los medios digitales ni con los youtubers del momento (excepción hecha del experimento que hizo LuisitoRey de “Se solicita presidente” donde el mejor parado salió Meade). Nada más echemos un ojo a los suscriptores de cinco youtubers mexicanos famosos: Yuya 21.4 millones; Luisito Comunica 15.7 millones; Werevertumorro 15,0 millones; Luisito Rey 8.3 millones; Los polinesios 13.1 millones. Hay millones de jóvenes mexicanos que hablan un idioma diferente al de los mítines y que no están dispuestos a vender su voto por un paraguas o una torta. ¿Cuánto tiempo dedicaron los equipos de los candidatos a planear la presencia de los aspirantes en estos canales para ser escuchados realmente por la población electoral más joven? ¿Los candidatos tienen claro que de echarse a la bolsa a los JAID ganarían la elección?

Hoy unos dicen que ya la elección está prácticamente decidida y que a lo mucho lo que queda es dejar el congreso lo más plural que se pueda para que de veras sea un contrapeso; otros, por el contrario, dicen que las encuestas ocultan la cifra real tanto de personas que rechazan contestarla como de los que contestándola, se declaran indecisos, por lo que la base final sobre la que hacen la proyección no llega ni al 40% de los electores a los que se entrevistó. Yo, la verdad, pienso que a menos de un mes, aún este arroz no está cocido. Las democracias actuales nos han dado sorpresas a todos, incluidos los encuestadores. Y si los JAID salen a votar, con mucha mayor razón la cosa no está decidida.

Cuando sucedió lo del Brexit, de acuerdo con algunos medios que consulté, la inasistencia de los jóvenes a las urnas fue entre el 60% y 70%. Esos jóvenes que después se indignaron, que lanzaban consignas a los mayores diciendo que habían hipotecado su futuro y traicionado a la juventud inglesa, ellos, prefirieron sus tablets, videojuegos, redes sociales y festivales musicales que ir a votar. Hoy se lamentan enormemente, pero ya no se puede echar marcha atrás y los que más pagarán caro el Brexit son justamente ellos, los jóvenes.
Lo siguiente es mi comentario final. Más de 25 millones de electores hoy tienen 29 años o menos. Si la mitad que históricamente no vota de este sector, ahora sí sale a votar, todo, absolutamente todo, puede suceder. Por tanto, mi llamado es doble: a) candidatos: vayan y escuchen a los jóvenes, hablen con ellos, sensibilícense con sus problemas, hablen su lenguaje, compartan sus inquietudes, presenten de manera comprensible sus propuestas, basta de spots de 5 segundos, hablen claro y de frente a los chavos, los jóvenes son más inteligentes de lo que ustedes piensan. b) chavos: salgan a votar, salgan a votar… que su voto sea libre, informado y en conciencia; que no les suceda lo que les pasó a los mismos jóvenes de su edad, en la civilizada Inglaterra. Ni las lágrimas ni el enojo ni la impotencia les servirán de nada a partir del 2 de julio. Los chavos ingleses se arrepintieron diciendo: “si hubiera ido a votar” pero…, ustedes lo saben muy bien, “el hubiera no existe”. Que no haya ningún JAID este 1 de julio.

 

@yoinfluyo

redaccion@yoinfluyo.com

* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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