Miles de habitantes de Marawi, Filipinas, están abandonando la ciudad a causa de los enfrentamientos entre extremistas del grupo Maute, afiliando al Estado Islámico y fuerzas del ejército de Filipinas, que han dejado ya 44 muertos de ambos bandos, informó L´Osservatore Romano.
Alrededor de una centena de terroristas armados tomaron la avenida principal de la Ciudad de Marawi, así como escuelas y secuestrando a varias personas, entre quienes se encuentran un sacerdote y 10 laicos, además incendiaron la Catedral de Santa María, y atacaron otros edificios.
La ciudad cuenta con una población de alrededor de 200 mil habitantes, ahora en medio de una crisis. Marawi es capital de la provincia de Lanao del Sur de la región autónoma de Mindanao, la cual junto con otras islas tiene a decenas de grupos separatistas que promueven grupos islámicos.
La Casa Blanca, mediante una nota, condenó la violencia y aseguró su apoyo a los esfuerzos de Filipinas para combatir el terrorismo.
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