Calidad de sueño fue afectada por la pandemia de COVID-19

Cuando una persona no tiene sus seis horas mínimas de sueño reparador, se siente cansada, desubicada, frustrada.



Como consecuencia de la pandemia de COVID-19, 50 por ciento de la población ha desarrollado problemas para dormir, debido a que pasa gran parte de su tiempo frente a pantallas de celulares, tabletas o computadoras, comentó Montserrat Pliego Azcué, especialista de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 35 por ciento de la población mundial tiene problemas del sueño por diferentes factores, una parte es provocada por los trastornos del sueño y otra parte por los problemas anexos o que la persona tenga alguna patología.

Para que las personas tengan un sueño reparador, mínimo deben dormir seis horas al día y esto va a permitir que la gente tenga energía, se encuentre activa en todas sus esferas, física, social, psicológica, espiritual y emocional”, destacó la especialista y recalcó que está ocurriendo lo contrario, pues las personas duermen cuatro o cinco horas.

Pliego Azcué explicó que los trastornos de falta de sueño o problemas para dormir han ido incrementando desde que inició la emergencia sanitaria en 2020, pues la población comenzó a sincronizar sus tiempos de formas muy diferentes y el uso de tecnología incrementó por el trabajo y las clases a distancia.

La especialista, médica de la Clínica Médica de UPAEP, indicó que cuando una persona no tiene sus seis horas mínimas de sueño reparador se siente cansada, desubicada, frustrada, puede pensar que ante los problemas mínimos “se le cae el mundo encima”, tiene ansiedad, angustia y hasta depresión.

“Muchos procesos psicosociales y fisiológicos van relacionados con la calidad del sueño, porque mientras la persona duerme, el organismo del cuerpo está trabajando, está depurando las cosas negativas del organismo; mientras que si la persona no duerme, el organismo deja de hacer esa función”, explicó Montserrat Pliego.

Además, subrayó que el promedio de edad más afectado por los problemas de sueño y la mala calidad del descanso se concentra entre los 37 y 39 años; sin embargo, según nuevos informes, de los 10 a los 17 años, la calidad de sueño se ha mermado.

Finalmente, la experta indicó que si las personas cambian algunos hábitos nocturnos, como leer en la cama, estar en la computadora, tableta o celular y ver la televisión, antes de ir a dormir, la calidad de sueño puede verse beneficiada.

 

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