Colombia, otra elección que polariza a la sociedad

Platicamos con Jesús Magaña, director de la plataforma Unidos por la Vida, quien fue un activo promotor del “No” al Acuerdo de Paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.



La campaña presidencial en Colombia culminará este domingo con la segunda vuelta de su elección, tras un largo proceso que ha provocado una sensible crispación política y social.

 

Uno de los candidatos es Iván Duque, un joven político de 41 años quien es apoyado por el expresidente Álvaro Uribe Velez; y el otro es Gustavo Petro, ex alcalde de Bogotá con un discurso antisistema, a quien muchos relacionan con el chavismo.

 

Álvaro Uribe actualmente es senador y, durante su mandato, emprendió una dura guerra contra la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), lo que le valió un fuerte apoyo popular, pero también muchos enemigos.

 

Al terminar su mandato apoyó a su entonces vicepresidente, Juan Manuel Santos y quien, al llegar al poder, rompió con su antiguo jefe y emprendió un proceso de paz con las FARC que incluso le valió un Premio Nobel.

 

En octubre de 2016 Santos -en un intento por legitimar el acuerdo- lo llevó a plebiscito. El resultado fue muy ajustado. El proyecto que rechazado con 50.21% de votos frente a 49.78 por ciento que lo apoyó. Nadie, ni en el gobierno ni en la oposición esperaba este desenlace.

 

Los movimientos provida y profamilia se involucraron de lleno en la campaña por el “No”, al detectar que el gobierno y la guerrilla planeaban implementar la ideología de género como eje transversal de todos los acuerdos. En cambio, sobre la promoción de la familia y sus valores, el proyecto no incluía ni una palabra.

 

Jesús Magaña, director de la plataforma Unidos por la Vida, fue un activo promotor del rechazo a estas negociaciones.

 

“Santos, para intentar de validar su acuerdo lo llevó a plebiscito y lo perdió, en octubre de 2016. 90 por ciento de la publicidad que se emitió fue a favor del proceso de paz. Fue una inversión brutal con fondos de gobierno y, sin embargo, la gente votó en contra”.

 

“En ese momento -hace dos años- fue cuando verdaderamente empezó el proceso electoral” recuerda el activista.

 

De entonces para acá, asegura Magaña, la oposición al pacto entre el gobierno y las FARC supera el 70 por ciento, mientras que la aprobación del presidente Santos -de acuerdo a diferentes mediciones-, oscila entre el 14 y el 24 por ciento.

 

En este clima tuvo lugar el proceso electoral colombiano que llegará a su fin este domingo con la elección presidencial.

 

Se registraron cinco candidatos: Iván Duque, del Partido Centro Democrático; Gustavo Petro, exalcalde de Bogotá y a quien vinculan con la izquierda bolivariana; Sergio Fajardo, del Polo Democrático; el exvicepresidente, Germán Vargas Lleras, apoyado extraoficialmente por el presidente Santos; y Humberto de la Calle, jefe negociador del gobierno con las FARC, impulsado por el Partido Liberal.

 

En la primera vuelta Duque se impuso con 39 por ciento de las preferencias. Petro quedó en segundo lugar, 25 por ciento de los sufragios.

 

En la campaña por la segunda vuelta, Iván Duque ha procurado mostrarse como un candidato con ideas propias y control político, sin desvincularse de Uribe, quien acompañaría su gobierno desde el Senado. Aunque también de los expresidentes Pastrana y Gaviria, quienes le han manifestado su apoyo.

 

Duque aseguró que no echará para atrás el Acuerdo de Paz, pero sí hará cambios sustanciales como exigir que los ex guerrilleros acusados de delitos graves paguen con cárcel, aunque sea mínima, y no puedan ser congresistas.

 

Petro -quien fue guerrillero del M-19- quien mantendría los Acuerdos tal y como están, ha intentado, sin éxito, alejarse del chavismo venezolano.

 

“La población rechaza a Santos. Gustavo Petro ha logrado vender la imagen de que es antisantista pero no ha podido quitarse de encima la imagen de chavista”

 

“Es un orador muy bueno. Fue alcalde de Bogotá y su gobierno fue un desastre, pero tiene una capacidad extraordinaria de dialéctica y ha logrado que la gente se meta en su discurso de lucha de clases” dice el director de Unidos por la Vida.

 

La sociedad colombiana, pues, está dividida entre quienes apoyan el Proceso de Paz tal y como lo planteó el presidente Santos; y quienes buscan cambios no permitan que ciertos delitos queden impunes.

 

Pero también está dividida entre quienes apoyan o rechazan al expresidente Uribe y a todo lo que él apoye.

 

“Hay gente que odia a Uribe, con una cuestión visceral. Hay gente que prefiere terminar como Venezuela a permitir que un candidato de Uribe vuelva al poder”.

 

“Uribe no es un ángel, pero tampoco un demonio y a él se le debe haber sacado al país del agujero en el que se encontraba en el 2002. La izquierda aún no le perdona que los haya derrotado en todos los ámbitos y ha montado una campaña negra brutal” explica Magaña.

 

De acuerdo con la edición colombiana del diario español El País, Duque, quien cuenta con el apoyo del expresidente Álvaro Uribe Velez, principal opositor al acuerdo con las FARC y quien tiene un importante apoyo social, tiene 80 por ciento de probabilidades de convertirse en el próximo presidente.

 

 

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